Abierto en el año 1934 como albergue para transeúntes y personas necesitadas, el Refugio se ha convertido en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad tras sobrevivir al vandalismo y convertirse en testigo de la historia de la barriada de San Blas. También fue el centro de uno de los últimos núcleos chabolistas que tuvo la capital y en menos de una década ha sufrido una profunda transformación gracias a las inversiones con fondos europeos. En el 2006 se culminó la rehabilitación de toda la zona con la construcción de 96 viviendas y un parque, además de la adecuación del edificio, que se encontraba abandonado y que ha sido recuperado como centro audiovisual.