La reforma de la iglesia de Fátima entra en su recta final y se prepara para abrir el 3 de abril. Ese día (Viernes de Dolores) se llevará a cabo una misa para celebrar la reapertura a las 20.00 horas. Los trabajos debían haber terminado a finales del mes de diciembre (empezaron en junio y el plazo de ejecución era de seis meses) pero han sufrido un retraso porque los permisos necesarios tardaron en concederse.

El grueso de la actuación, que era la sustitución de la cubierta y el arreglo de las humedades, ya está finalizado. La obra, que ha costado 700.000 euros, se inició por seguridad, ya que el tejado estaba construido de fibrocemento, una mezcla de cemento pórland y amianto que se utilizaba en la construcción de los años 70, cuando precisamente se levantó esta iglesia. Se usaba sobre todo para el aislamiento de los edificios, aunque también para la ejecución de canales, depósitos y conducciones de agua. En España se prohibió su fabricación en el año 2002, aunque la normativa no obliga a retirar las estructuras que ya existan, que se pueden mantener hasta el final de su vida útil.

Aún así, como se trata de un material tóxico, se estimó que su retirada era necesaria. Su manipulación requiere varios permisos que son precisamente los que han retrasado el final de la actuación. «La obra empezó en junio pero hasta septiembre no llegó la autorización, afortunadamente ya está casi todo terminado», explica el párroco Diego Zambrano. Solo resta retirar la cubierta de la capilla de adoración perpetua, que se dejará para cuando entre la primavera debido a que el interior de esta dependencia está construido en madera y, si se retira el tejado, se deja al aire libre y llueve, podría deteriorarse.

tenía HUMEDADES/ Se ha aprovechado además para arreglar las humedades, que ya habían provocado el desprendimiento de varias partes del techo (sin llegar a causar daños personales porque en el momento en el que se cayeron los falsos techos no había nadie en el interior de la iglesia). Y para sustituir el sistema de calefacción. Se trata de una iglesia de grandes dimensiones y el actual no tenía la suficiente potencia como para calentar todas las dependencias, por lo que se ha decidido instalar suelo y techo radiante. Será un templo eficiente, ya que funcionará a través de placas solares colocadas en la cubierta.

En estos momentos resta aún poner el solado nuevo (terrazo) y llevar a cabo una limpieza a fondo de los ladrillos de las paredes que, al ser de color blanco, se encuentran muy estropeados. Se van a limpiar con un sistema especial para evitar que se deteriore. «La constructora a puesto más personal porque ya hemos dado la orden de que tiene que estar terminado en abril», añade el párroco. Desde junio la actividad de la parroquia se ha trasladado al colegio Josefinas, que ha cedido su capilla y su salón de actos para celebrar las misas y otras actividades.