Si hace veinte años era prácticamente impensable parar una restauración histórica de 1 millón de euros por unas aves, ahora no solo ocurre, sino que además, en lo sucesivo, se tratarán de compatibilizar ambos aspectos: la conservación del patrimonio con la pervivencia de las especies que en él anidan. ¿Es posible? El Ayuntamiento de Cáceres quiere demostrarlo, o al menos intentarlo, y desde julio aguarda a que acaben de volar las últimas crías de vencejo para instalar los andamios en la parte que falta de la muralla: el flanco Norte de la Torre de los Pozos. Mientras tanto, se reestructura la primera fase de las obras para comenzar por las partes libres de nidos. El consistorio afirma que de momento no supone ningún retraso en el proyecto, que debe concluir en primavera.

Es más, de ahora en adelante, y si los ministerios de Fomento y Cultura tienen a bien seguir financiando sucesivas fases de la muralla cacereña, en muy mal estado (un estudio ha detectado más de mil patologías en sus muros), se tendrá en cuenta el calendario de nidificación de las aves y otros aspectos medioambientales a la hora de planificar las actuaciones. Así lo ha afirmado a este diario el concejal de Urbanismo y Patrimonio, José Ramón Bello Rodrigo. De hecho, y por la misma razón, en julio se paralizó la colocación de los andamios en la parte Norte del Baluarte de los Pozos por la presencia de vencejos y sus crías. La obra ya avanza en otros tramos.

EN MARCHA ESTE MES / Desde entonces, el ayuntamiento viene escuchando a los miembros de las asociaciones conservacionistas SEO BirdLife y Vencejos de Extremadura, que participan en el seguimiento de las aves. Ya solo quedan cuatro, según detalló el concejal el pasado miércoles a este diario. En cuanto vuelen las últimas crías (ocultas en las oquedades de la torre), se montarán los andamios que faltan. La idea es que las obras puedan estar ya en marcha este mismo mes.

«En pocos días posiblemente empezaremos con la restauración», afirmó el edil. «La Junta ya nos ha dado el permiso para intervenir en el lienzo de los Pozos. Solo faltaría la torre», indicó José Ramón Bello. «Lo que realmente haremos en próximas fases será una planificación que tenga en cuenta todos los condicionantes medioambientales (no solo las aves) y patrimoniales», subrayó. Y ello para que no vuelva a ocurrir lo mismo: «Con el proyecto aprobado y asignado, hemos tenido que hacer a velocidad exprés una valoración ambiental y una nueva planificación en los procesos de obras. Esta vez hemos podido aunar ambos intereses, natural y arquitectónico, la muralla viva, natural, con la muralla histórica, Patrimonio de la Humanidad, pero hay que prevenirlo», afirmó, agradeciendo a la dirección de obras su actitud «paciente y proactiva».

Sin embargo, puesto que nada es «blanco o negro», puede ocurrir que un imprevisto en las sucesivas obras de la muralla las alargue por ejemplo hasta el periodo de nidificación de una especie. En estos casos se buscarán soluciones «siempre de la mano de los expertos, como venimos haciendo, en contacto permanente con las direcciones generales de Sostenibilidad y Patrimonio Cultural». José Ramón Bello destaca el asesoramiento de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, también dependiente de la Junta, que reúne a un grupo heterogéneo de arquitectos, historiadores, medioambientalistas o arqueólogos, «que analizan todos los aspectos».

Y ello priorizando siempre la «enorme» importancia del casco histórico cacereño. «No se nos olvide que el Baluarte de los Pozos es la parte de muralla original mejor conservada y a la vez más dañada, por eso requiere una pronta rehabilitación».

SITUACIÓN ACTUAL / ¿Pero cuando se irán los vencejos que todavía tienen crías en la muralla? ¿Cuándo se echarán todos a volar rumbo a las cálidas tierras de África? De los aproximadamente cuarenta nidos que existen en este entorno, el personal de Vencejos de Extremadura, que informa continuamente al ayuntamiento, solo avista ya cuatro aves. En realidad, según explican desde SEO BirdLife, «se trata de vencejos pálidos, que tienen la particularidad de realizar dos puestas al año, y por eso se demoran más. En febrero son los primeros que regresan y los primeros que hacen la puesta, que a veces se malogra por el frío, por ello hacen la segunda», detalla Marcelino Cardalliaguet, representante de esta ONG medioambiental.

De hecho, los vencejos comunes, que también tienen querencia por la muralla cacereña y sus confortables huecos, ya han comenzado a marcharse. «Están en plena migración o concentrándose para ella. Todavía se ven algunos comiendo insectos en los Llanos, pero están desvinculados de los nidos», indica el especialista.

Por todo ello, los conservacionistas agradecen «la sensibilidad» mostrada por el ayuntamiento y el rápido replanteamiento de las obras para empezar por las zonas que no afectan a las aves. Y es que la restauración iba a dar comienzo por el mismo Baluarte de los Pozos. Desean que, efectivamente, el desarrollo de las siguientes restauraciones «se planifique de forma acorde al ciclo de las aves». «Nos prestamos a asesorar de forma completamente desinteresada», afirman desde SEO.

Lo que aún no está decidido es el futuro de estos nidos cuando las obras estén finalizadas. SEO BirdLife pide que se mantenga el mismo sustrato para que los vencejos puedan anidar, de modo que no se tapen las oquedades o que se habiliten otras cercanas. También plantea incorporar nidales de cerámica o elementos que puedan integrarse en las estructuras restauradas. El ayuntamiento todavía no se ha pronunciado, pero siempre ha dejado claro que la mayor prioridad será el buen mantenimiento del monumento.