La autovía que uniría la capital cacereña con la capital pacense sigue en el aire y sin esperanzas de que llegue a cumplirse al menos en los próximos años. Se trata de un proyecto que ya fue contemplado por el expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra en 2006. También lo contempló en su primera legislatura Guillermo Fernández Vara e incluso se acordó con el Ministerio de Fomento una vía de financiación para ejecutarla entre 2010 y 2013. Pero la llegada de la crisis desbancó los planes y al final del mandato no se habían ni finalizado los proyectos de construcción. Estos concluyeron durante el mandato de José Antonio Monago, aunque ya entonces se descartaba por completo la ejecución del proyecto. Por último, el pasado mes de julio, se cerró el trámite que aún quedaba pendiente; la publicación en el DOE de las resoluciones con las que se da fin al contrato con las empresas que han redactado el proyecto. Proyecto que ahora queda aparcado y sin planes de futuro. En ese momento, el consejero de Economía e Infraestructuras de la Junta, José Luis Navarro, manifestó que la conversión en autovía de la carretera EX-100 no es una prioridad en el mapa de infraestructuras regionales, por lo que no se prevé disponibilidad presupuestaria para iniciar las obras ni éste ni el próximo año.