Con el objetivo de poner en común diferentes propuestas para el uso del patrimonio urbano como herramienta de integración para los colectivos socialmente vulnerables, el Palacio de la Isla acogió ayer unas jornadas técnicas que contaron con representación de los 15 municipios nacionales que conforman el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad (GCPH). Elena Nevado, alcaldesa cacereña, dio la bienvenida a los asistentes como anfitriona y destacó la importancia de "trabajar juntos para hacer posible las ciudades inclusivas". La acompañaba Elisa de Cabo, subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, y varios miembros de la corporación municipal.

Las jornadas giraron en torno a la obra Ciudades más humanas, patrimonio más social , escrito por Amaya Herrero, y que recoge varias propuestas en este sentido. "Este libro pone en valor que el patrimonio no es solo una joya arquitectónica sino que también tiene una función social", remarcó Nevado, quien alabó el Secretariado Gitano y a Cocemfe Cáceres al entender que han contribuido en "la integración social de los colectivos más vulnerable". Del mismo modo, De Cabo recordó que, desde el Ministerio de Cultura, siempre se ha hecho hincapié en "la dimensión social del patrimonio".

"El objetivo es ver la realidad, cuáles son las necesidades de los colectivos vulnerables y, a partir de ahí, ver cómo se pone el patrimonio a su servicio", finalizó Nevado. Tras ella, los representantes de cada ciudad del GCPH desmenuzaron sus acciones y propuestas de mejora.