Fátima Naharro está atrapada entre el amasijo de hierros del coche. Otro vehículo le ha embestido por la derecha y su coche ha quedado levantado del morro por un obstáculo. El sanitario le coloca el collarín y la mascarilla. Ella siente "mucha angustia" y los minutos se le hacen "eternos". Los bomberos de Coria, capitaneados por Antonio Olivares, toman todas las precauciones para no "agravar sus heridas", explica Oliveras, y cortan las dos puertas del lado del conductor para finalmente extraerla con éxito, es decir, viva y en 18 minutos.

Se trata de un simulacro y como este, otros seis pudieron verse ayer en el parque del Sepei de Cáceres, que acogió el primer encuentro de equipos de excarcelación de víctimas de accidentes de tráfico de los cuatro parques de la provincia, Cáceres, Plasencia, Navalmoral y Coria. Participaron siete equipos en total con cinco hombres por grupo.

La víctima del equipo de bomberos de Coria, la administrativa del parque de la capital, era como en todos los casos ficticia. Se pretendía "intercambiar experiencias, hacer prácticas y mejorar la formación", según el jefe del parque local, José María Acosta. También tuvo su lado competitivo y el ganador, el grupo tercero de Plasencia que capitaneaba José M Burón, competirá en el próximo certamen nacional que se celebrará en Elche.

Además, el encuentro sirvió para celebrar el patrón, San Juan de Dios, que es hoy. El presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, y el diputado del área, José Félix Olivenza, destacaron la relevancia del encuentro porque "cada vez es mayor la intervención de los bomberos en accidentes de tráfico", aseguró el diputado. Tanto es así, apuntó Tovar, que hoy "actúan en el mismo número de incendios que de accidentes".

De hecho, el 25% de los rescates y salvamentos que realizan los bomberos de Cáceres son en accidentes de tráfico, según los datos del 2005. Ese año, de los 565 rescates que practicaron, 121 fueron en carretera.

Los simulacros a los que se enfrentaron ayer eran verosímiles y "similares" a los reales, según el coordinador y jefe de guardia del parque de la capital, Javier Benito. Eso sí, no tuvieron que encararse con la cruda realidad: "Lo peor --dice Antonio Olivares-- es cuando sabes que a pesar de todo es tarde, porque lo que vas a rescatar es un muerto".