La paciencia de los vecinos de Residencial Universidad se agota tras ocho años demandando la recepción del barrio. "No queremos que nos mareen más, así que si no tenemos una respuesta pronto emprenderemos otro tipo de medidas", señaló ayer a este diario el presidente del colectivo vecinal Luis Fernando Figueroa. Así se lo comunicaron el pasado viernes al nuevo equipo de gobierno, con el que mantuvieron una reunión para conocer el estado actual del tema que les preocupa: cuándo se resolverá la situación que les mantiene desde el año 2003 en el limbo de las barriadas y cuándo se acometerán las mejoras que demandan en las zonas privadas y comunes del Residencial Universidad.

"Para el acceso definitivo al barrio sabemos que tendremos que esperar. Pero hay otros problemas evidentes como las filtraciones, los malos olores en las viviendas y los problemas en los acerados", enumeró Figueroa sobre las deficiencias que piden a Magenta que solvente para mejorar la calidad de vida y agilizar la recepción que demandan. Es contra la constructora contra la que centran sus quejas y a la que dirigirán las movilizaciones que estudian emprender si no comienzan a atisbar algún movimiento conducente a que se resuelva esa recepción. "La sintonía con el ayuntamiento es buena ahora y lo fue antes, pero no podemos seguir esperando", recalcó el presidente del colectivo vecinal.

Los vecinos no han fijado aún un plazo límite para que se lleven a cabo los avances que reclaman, pero sí concretan que se esperará a la reunión que previsiblemente habrá entre el ayuntamiento y Magenta esta semana o la próxima. "Vamos a esperar a que se lleve a cabo ese encuentro", precisó Figueroa. De él espera algún avance en la situación, aunque teme que no sea así. "El año pasado estuvimos cuatro meses con las zonas infantiles valladas porque Magenta no realizaba las mejoras necesarias para volver a ponerlas en funcionamiento", se quejó Figueroa sobre el episodio que les llevó a mantener tres reuniones con el ayuntamiento como intermediario para conseguir que se repararan las deficiencias que impedían utilizar las zonas de recreo infantil.

LOS LOCALES Figueroa recordó además que aún está pendiente la apertura de los locales comerciales que Magenta traspasó al ayuntamiento y pide igualmente a este que se agilice la tramitación para que puedan instalarse negocios en ellos. El presidente del colectivo considera que la puesta en funcionamiento de los mismos es necesaria "por motivos económicos", pero también "para poder contar con algún servicio en el barrio", ya que hasta el momento deben trasladarse a otras barriadas para poder llevar a cabo tareas básicas como comprar el pan.

El pasado mes de abril los vecinos interpretaron como un avance significativo y un primer paso hacia la recepción, que el ayuntamiento consiguiera que la empresa urbanizadora, Magenta, les cediera la titularidad de dos locales situados en la calle García Lafuente. Después, el consistorio decidió destinar uno de ellos a instalar allí la sede vecinal de la barriada y el otro, a que alguna empresa que diera servicios pudiera ubicarse en la zona. Sin embargo los locales aún continúan en desuso, porque los servicios técnicos municipales han emitido un informe en el que hacen constar que no se encuentran en condiciones de estar ocupados.