Si los españoles son, junto a los italianos, los europeos que más comen fuera de casa según una reciente estadística de la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc), diciembre rompe todas las marcas. En Cáceres, reservar una mesa en un restaurante este fin de semana --desde esta noche-- es misión imposible.

Las cenas navideñas de empresas, amigos y familiares tienen colapsados los establecimientos de hostelería estos cuatro días de diciembre, con reservas hechas en algunos casos desde mayo. "Es un mes muy complicado, casi para cogerle miedo", explica Eustaquio Blanco, de El Figón.

La Navidad parece inmune al efecto euro del encarecimiento de los precios, lo que permite que diciembre siga siendo el agosto del comercio y la hostelería. "Hemos notado más movimiento que el año pasado", asegura Carlos Rodríguez, de El Globo. Aunque hay opiniones para todos los gustos: "Ha bajado un poco el volumen de negocio respecto a otros años", afirma Edinho Queiroz, propietario de Sabor a Mistura. De similar opinión es Angel Real, de Alaska: "La cosa está un poco parada y se han reducido los grupos. Otros años hemos estado al cien por cien, y éste se ha recortado, quizás porque todo está más caro".

Facturación y ocupación

A pesar de ello, los restaurantes cacereños en general facturan entre un 30 a un 40% más este mes respecto a los once restantes. Pablo Bravo, uno de los directores de El Puchero, cuantifica el incremento del negocio hasta en un 60% este mes. Esa cifra es algo menor que en la temporada de bodas y comuniones de los establecimientos con capacidad para grandes banquetes.

En estas fechas, los restaurantes aparcan la carta por una oferta de menús navideños especiales de precio cerrado, que van desde los 20 euros, por ejemplo, de Casa Diego, hasta los 49 euros de Torre de Sande.

Las contrataciones laborales también aumentan. Las empresas de trabajo temporal (ETT) calculan que los contratos en hostelería suben en toda España un 50% en Navidad. En Cáceres, no se llega a esa cifra, aunque sí se detecta un ligero incremento, sobre todo de perfiles concretos de empleados, como camareros en hostelería y reponedores, en comercio, según la valoración de Adecco y Randstad, las ETT con implantación en Cáceres.

La ocupación media a lo largo de diciembre es del 70 al 80%, aunque con palpables excepciones como la de este fin de semana --de jueves a domingo--, que llega al cien por cien. Los fines de semana del mes son fechas fuertes, en general, y la demanda decrece ostensiblemente en días de diario.

Así, entre semana --tanto de ésta como la próxima-- se puede comer o cenar casi sin problemas en gran parte de los locales, dependiendo del número de comensales y la capacidad del establecimiento, pero no así el fin de semana, que están saturados. Torre de Sande, El Pony Pisador, Sabor a Mistura, El Globo, Alaska, El Puchero, Casa Diego o El Figón de Eustaquio, sirven de muestra.

Algunos casos, como el de Oquendo, de Pablo Medrano, rompen esta tónica general. La ocupación del cien por cien se extiende en este restaurante a todos los días a la hora de la comida y la cena. "No podemos atender ni a los clientes habituales, excepto que quisieran comer en la barra o en alguna mesa del bar", explica Julia Moreno, copropietaria de Oquendo.

En el lado contrario está Atrio, el buque insignia de la restauración cacereña, que mantiene este mes el mismo nivel "con mesas libres en diario y prácticamente llenos el fin de semana. Nosotros trabajamos más con turismo que con público local", explican fuentes del restaurante.

Reservas de meses

Las reservas de mesa para estas fechas comienzan a hacerse con dos meses de antelación, aunque en muchos casos sólo se trata de confirmarlas, ya que quedan de un año para otro. "Tenemos grupos que repiten todos los años y ya contamos con ellos", explica Angel Real (Alaska). Algunos se anticipan más. Oquendo tiene una mesa reservada desde el 18 de mayo.