Llega uno de los momentos del año más esperados por el sector hostelero. A medida que se aproximan las fiestas de Navidad y Año Nuevo son muchas las empresas y los trabajadores a título particular que organizan un almuerzo o cena.

Los restaurantes de la región se esmeran por diseñar menús adaptados a las necesidades de los clientes, máxime en una época en la que las empresas recortan gastos ante la crisis económica. En muchas ocasiones se trata de compañeros de trabajo que desean celebrar por su cuenta una jornada de hermandad. En cualquier caso es necesario elegir bien el lugar donde se celebrará el encuentro, así como el menú.

Las comidas y cenas de empresa se han convertido en muchos casos en una tradición navideña más. De hecho para los hosteleros constituyen el 90% de las reservas durante los meses de noviembre y diciembre, lo que constituye una de los momentos de mayor negocio prácticamente del año. Tan es así que la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla ha pedido a las instituciones y empresas que no eliminen de su agenda las cenas de hermandad, ya que significan para ellos un impulso vital para seguir trabajando en los próximos meses.

De hecho, animan a que en vez de desestimar la cena de empresa se consulten todos los precios que ofrecen las empresas de restauración, ya que están seguros de que al final habrá una propuesta que se acomode a las exigencias.

En Extremadura, la variedad de la oferta garantiza menús para todos los gustos y bolsillos. Las empresas de restauración extremeñas se encuentran preparadas para atender todas las peticiones que se hagan con calidad, profesionalidad y buen servicio. Todo está dispuesto para que se pase un rato de ocio con los compañeros de trabajo.

Una cena o almuerzo de Navidad exitoso tiene una honda repercusión en el clima de trabajo y en los ánimos de los empleados. Todos los departamentos de Recursos Humanos saben que para cohesionar a la familia empresarial no hay nada mejor que un evento de estas características.

Para garantizar el éxito de una cena de empresa hay cinco elementos clave: anticipación, elección, espacio, menú y la oferta complementaria.

Efectivamente, la antelación a la hora de elegir restaurante es esencial. Muchas empresas ya lo eligen en octubre. No obstante, a principios de noviembre es buena fecha para grupos de menos de 30 personas. Otra de las ventajas de la reserva con tanta antelación es que el precio puede negociarse mucho mejor.

En cuanto a la elección del lugar donde pasaremos ese agradable momento con los compañeros, lo mejor es acudir donde ya nos hayamos ido satisfecho en anteriores ocasiones. Eso nos evitará sorpresas desagradables. También se pueden tener tres establecimientos e ir alternando. Los más arriesgados pueden optar por ir al último restaurante abierto en la ciudad o el que esté de moda. Lo ideal es que los compañeros, para preservar su intimidad, se reúnan en una sala aparte o reservado.

Si no es posible, debe haber dos paredes cubriendo la mesa para que no se convierta en un espacio por el que deambulen todos los comensales del local. Muy habitual es que los restaurantes pongan biombos o algún elemento que separe los distintos eventos.

TENDENCIAS Muy importante es el menú. Ultimamente la tendencia es que se sirven unos entrantes, generalmente un surtido de ibéricos, y después un plato principal, que puede ser de carne o pescado. También es importante que el número de comensales esté confirmado con antelación. Incluso en ocasiones se solicita por parte del restaurante el número de platos de carne o pescado que se servirán.

Después de la cena es esencial contar con un abanico de actividades. La diversión no se acaba en el restaurante. Muchos van vestidos de fiesta y es el momento de las copas, la marcha y las discotecas. Lo mejor es que estos lugares estén anexos al propio restaurante o a pocos minutos a pie, para evitar problemas de controles de alcoholemia. Muchos son los restaurantes que al final entregan vales de descuento en las copas a los asistentes para que vayan directamente a algún local concreto.