Los restos arqueológicos hallados junto a la iglesia de Santiago no corresponden a una calzada romana sino a un edificio industrial o agrícola de una época aún por determinar. Esta es la principal conclusión de la investigación realizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta, tras casi cuatro meses de trabajo en una zona destinada a soterrar contenedores y en la que se encontraron restos humanos.

Esperanza Díaz, responsable de este departamento, visitó ayer el lugar del hallazgo y dio a conocer el contenido del estudio realizado por los técnicos. José Antonio Estévez, arqueólogo de la oficina de rehabilitación, precisó que en la zona excavada, unos 25 metros cuadrados en tres zanjas, también se han hallado numerosos enterramientos cristianos que podrían llegar el centenar y que corresponderían al siglo XIII, ya que la iglesia de Santiago fue cementerio parroquial.

Además, se han localizado objetos de la época romana como vajillas finas de mesa y cerámica medieval que también están siendo analizados por expertos y que han sido trasladados al Museo de Cáceres junto a los restos humanos de los enterramientos. Estévez añadió que, a falta de determinar la etapa a la que corresponde el edificio, se ha podido determinar que era utilizado "para alguna actividad agropecuaria o industrial" y que se encontraba "al aire libre". Las excavaciones han descubierto partes de tres muros "con perímetros y losas bastantes heterogéneas", según explicó el arqueólogo.

Por su parte, Díaz, que estuvo acompañada por el edil de Mantenimiento, Miguel López, agradeció la colaboración prestada por el ayuntamiento en esta intervención. Las investigaciones han obligado a ampliar la superficie excavada en dos ocasiones, precisó la directora general, que recordó que este edificio estaba "extramuros y sin tejado". Con el objetivo de proteger la zona está previsto que las zanjas, de 1,80 metros de profundidad, queden protegidas con una malla y tapadas con la misma tierra.