Presidente Pintores-Monumental

Desde la conquista de la democracia no ha habido un liderazgo en el ayuntamiento que haya permitido hacer una ciudad armónica y equilibrada. Urbanísticamente uno se pregunta qué necesidad había de hacer una ciudad como la que se observa viniendo de la carretera de Miajadas, más parecida a Móstoles que a una ciudad patrimonio de la humanidad. Es hora de cambiar esa tendencia. El reto más importante de esta década es revitalizar el centro. Esta revitalización debe apoyarse en el hecho turístico, pero también adquirir un carácter histórico y cultural.

El proceso de deterioro de la zona monumental parece que empieza a remitir, después de 40 años de continua desertización. Esta tendencia también se observa en el comercio y la actividad empresarial en general. San Antón, San Pedro, Pintores... son calles en las que ha habido un claro proceso generador en los últimos dos o tres años. Este proceso debería extenderse también a la parte antigua. Aparte de la espada de Damocles que representa la llegada de una tercera gran superficie, las cosas no serán fáciles. Aparcamientos, peatonalización, seguridad... serán sólo las premisas para la creación de un organismo que una a los resistentes (vecinos y empresarios) con la administración y demás personas interesadas en el proyecto.