La última generación que aprendió a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la goma o el rescate y, a la vez, la primera que jugó a videojuegos. Por este motivo, los vecinos de Madrigalejo que nacieron en la década de los 80 han decidido reunirse para revivir sus recuerdos de su infancia en la localidad cacereña.