Isabel la Católica volvió a Cáceres en el año 1479 esta vez acompañada de su esposo Don Fernando para intentar sofocar las continuas disputas que Portugal realizaba contra Castilla.

Estando en Guadalupe les llega la noticia del fallecimiento del Rey Juan II de Aragón , padre de Don Fernando, ocurrida en Barcelona el 16 de Enero de 1479 y deciden que en Santa María de Trujillo tenga lugar un funeral en memoria de D. Juan II al que asisten los Reyes.

Juan II de Aragón murió a los 81 años de edad, muy longevo para aquellos tiempos y con su muerte se produce la unión de Castilla y Aragón, dos potencias que habían desempeñado un papel esencial en la Europa bajomedieval.

Por fin el 27 de febrero llegan a Cáceres y lo primero que hizo Don Fernando fue jurar cumplir el Fuero Local y los Privilegios de la Villa, como dos años antes realizara Doña Isabel la Católica .

Durante su estancia en la Villa se alojaron los Reyes en el Palacio de los Golfines de Abajo, uno de los palacios más espectaculares de la Ciudad Monumental, por su amistad con don Fernando Golfín .

Pocos días después, la Reina Isabel se traslada a Alcántara para negociar la paz con Portugal, quedando Fernando en Cáceres desde donde empezó a tomar decisiones ya como nuevo Rey Aragonés, afrontando entre otros los problemas surgidos entre Navarra y Aragón, con continuas disputas limítrofes.

Durante su estancia en Cáceres los Reyes Católicos atendieron las quejas del vecindario cacereño, sobre todo de los judíos que se sentían maltratados por los "cristianos viejos" y otra serie de asuntos corrientes que afectaban al concejo cacereño. El 28 de abril regresó la Reina a Cáceres para desde aquí intentar solucionar el problema con las huestes portuguesas y, por fin, el día 18 de Mayo se marcharon de nuestra ciudad camino de Trujillo.