La Charca Musia y el cauce de la Ribera del Marco se encuentran en un estado de abandono, según los presidente vecinales de los barrios que están junto a estos parajes. De hecho, sólo es necesario acudir a estos enclaves para comprobar cómo suciedad y deterioro se fusionan con el medio.

El presidente vecinal de la zona, Juan Borrego, aseguró que la situación de la Charca Musia no ha cambiado desde que se invirtiera en ella, hace ya ocho años, 350.000 euros con fondos europeos del plan Urban Calerizo. "Lo de la charca es una pena porque después de que el ayuntamiento se gastase un montón de dinero todo está hecho un estercolero", afirma Borrego. "Y es que, si por aquél entonces la charca estaba llena de agua y acondicionada para la pesca, ya que llegó a repoblarse con 1.200 tencas, ahora la situación es radicalmente distinta".

MOBILIARIO PUBLICO En cuanto al mobiliario público, los bancos de madera están deteriorados, con una gran cantidad de maleza que lo cubren; y las instalaciones deportivas, como los pesquiles para la pesca, están oxidados. "Decían que allí se iba a poder pescar, pero aquello está fatal, como las farolas de energía solar que ni funcionan", señala el responsable vecinal.

En la actualidad, la superficie de la charca es de 4.000 metros cuadrados, ya que con la obra de mejora se multiplicó por cinco su capacidad inicial. En este sentido, lo que más llama la atención es la escasez de agua, pues sólo se acumula algo de líquido cerca del muro de contención.

EL POLIGONO Sin embargo, no sólo se encuentra en un estado de abandono la charca, sino también todo el polígono industrial, formado por más de 300 naves y 50 viviendas. "Estoy ya demasiado aburrido del tema, porque llevamos tantos años dándole vueltas a lo mismo que no sabemos ya lo que será mejor o peor", sostiene Borrego, quien asegura que el próximo mes de septiembre se reunirán de nuevo con el ayuntamiento para reactivar las gestiones encaminadas a acondicionar esta zona.

Desde que en 2010 se incluyese como zona empresarial y residencial en el nuevo Plan General Municipal, el proyecto de puesta a punto ha afrontado diversas tramitaciones sin que aún se haya llegado a una solución. La propia directiva vecinal solicitó al gobierno local que le permitiera acometer el proyecto por su cuenta, con una gestión indirecta por parte de los propietarios. Pero el problema surgió cuando unos 150 titulares de las naves se negaron a pagar con dinero de sus propios bolsillos y que, en un principio, se estableció en una media de 30 euros por metro cuadrado.

De esta forma, mientras los vecinos no reúnan los 6,5 millones de euros que supondría el proyecto de adecentado, no hay otra salida, porque también depende del consistorio cacereño, propietario de una amplia superficie, y que tendría que contribuir con su parte. "El ayuntamiento tiene que aportar también dinero porque es propietario de una buena parte de los terrenos de la charca Musia", afirma Borrego.

RIBERA DEL MARCO Por su parte, la Ribera del Marco sigue a la espera de que se amplíe su cauce, un proyecto que estaba previsto para este verano, y que tiene como finalidad evitar posibles inundaciones en algunos puntos del río. Según fuentes del ayuntamiento consultadas por este diario, las obras siguen a la espera de una bajada de nivel en el cauce, pero aseguran que no transcurrirá mucho tiempo. "Cuanto antes limpien mucho mejor, porque ya no se ve ni el agua, nada más que suciedad y arbustos grandísimos", advierte el presidente del colectivo vecinal del barrio de San Francisco, Juan Francisco Burgos.

VIGILANCIA De hecho, sostiene que hace poco más de un mes se reunieron con la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, para tratar las necesidades más perentorias de la zona. "Le expuse la desvergüenza que hay, con cantidad de perros sueltos, suciedad y botellón continuo, ya que hasta los cascos de las cervezas los tiran donde quieren. Nosotros pedimos que limpien y que haya una vigilancia", reclama Burgos. Y es que, el responsable del colectivo reconoce que el cauce se limpió hace varios años, pero que desde entonces no ha vuelto a hacerse nada sobre el terreno. "Con lo bonito que sería poder ver correr de nuevo el agua limpia por esta zona", puntualiza Burgos.