Esta semana nuestra primera mención ha de ir, indefectiblemente, para Diego Rubio Molano, Dieguino de Cáceres, a quien la naturaleza le concedió genio y talento. Dieguino, cacereño nacido en San Blas, que fue Micrófono de Plata (uno de los premios más prestigiosos de la canción cacereña de los años 30) nos dijo definitivamente adiós. En el recuerdo siempre quedarán sus actuaciones junto a Porrina de Badajoz y Rafael Farina. Diego, donde estés, no te olvidaremos.

Ayer se celebró San Blas. Y en San Blas siempre parece que está don José Reveriego, aunque desgraciadamente la salud le impida ya participar de esta fiesta. El fue durante 38 años titular de la parroquia. Cada vez que pronunciamos su nombre no podemos olvidar su sentido del humor y las miles de anécdotas que nos regaló. De todas ellas destaca una: celebraba don José un casamiento cuando, de pronto, la futura suegra echó mano ¡¡¡¡¡de un cuchillo!!!! al enterarse de que el novio de su hija era nada menos que un hombre casado.

Parece ser que días antes de la boda, la suegra ya se olía el pampaneo , pero al confirmarlo tras su llegada a la iglesia, no dudó un instante y, pertrechada, corrió tras el mozo sudoroso y tiritante haciéndole prometer que nunca más se acercaría a su hija. Lo consiguió, y no nos extraña después de tan encarnizada carrerilla por el púlpito.

Pero vayamos a San Blas. Según la tradición, Blas de Sebaste era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta.

Los políticos quisieron, a finales de los 80, que San Blas dejara de ser fiesta local, una lástima, la verdad, si se tiene en cuenta la tradición cacereña por festejar a este santo, que se remonta al siglo XVI. Ahora la romería siempre se celebra en fin de semana y ayer, una vez más, Cáceres no falló.

Como tampoco falló Ricarda Martín Martín, la de los coquillos. Ricarda tiene 67 años y nació en Pedroso de Acim, su padre se llamaba Segundo, su madre, Teodora. Le daba clase don Tomás Camacho, que trabajaba en Telefónica y luego se hizo cura.

Ricarda llegó a Cáceres con 16 años para servir. Primero en la casa de Joaquín Cabrera, comisario de policía (uno de sus hijos es abogado), y luego pasó a la casa de los Turégano, de Bernardo Turégano, que era médico de estómago y que vivía en Antonio Hurtado.

A los 18 se casó con José Sánchez y han tenido cinco hijos: José, Ana Isabel, Alvaro, Jesús, que es policía, y Rafael, que es ingeniero de Caminos y trabaja en Madrid. La primera casa del matrimonio estuvo en la calle Sande. Ricarda era entonces vecina de Lola, la sastra, que hacía pantalones y trajes, y de los Cachorro, que eran carniceros. De allí se fueron a vivir a las prefabricadas que hizo la diputación en lo que ahora es La Mejostilla y antes era la caseta de los camineros. Allí Ricarda fue vecina de Juana, que su marido estaba empleado en el cementerio, de Eugenia, de Inés... Y allí, con su amiga Caty, Ricarda empezó a hacer dulces. Era finales de los 60.

En 1975 compraron su casa actual, en el 19 de la calle Bailén, en pleno barrio de San Blas, junto a la señora María, que ahora está en una residencia, y Desi, una de las vecinas más antiguas de la calle.

Coquillos y floretas

Ricarda vendía en su casa y en el mercado franco de Camino Llano. Hacía magdalenas, tortas de chicharrones, bolluelos, perrunillas, floretas... Iba al horno de la Romualda, que estaba en Las Canterías. Romualda era una mujer bajita y muy agradable que también tenía un ultramarinos. Allí te vendían una peseta de café y hacían churros por la mañana. El horno lo llevaron luego Andrés, un nieto de Romualda, y su mujer, Martina.

Hasta que nació su hijo Rafael, Ricarda estuvo vendiendo en el mercado franco. Ahora solo lo hace tres veces al año: en La Montaña, en los Santos Mártires y, cómo no, en San Blas. El dulce estrella de Ricarda son los coquillos. ¿Cómo se hacen los coquillos?: se pone agua a cocer en una olla, le echas canela en rama, anís en grano, unas cáscaras de naranja y hojas de laurel. Una vez cocido, pones una sartén con 1 o 2 litros de aceite según la cantidad de coquillos que quieras hacer y lo fríes con cáscara de naranja. El contenido de la olla y el de la sartén lo echas en un baño, le añades harina, lo vas removiendo y lo dejas reposar. Haces entonces los coquillos, los fríes y los envuelves con azúcar o los enmielas, según el gusto.

Este año Ricarda ha vuelto a la fiesta de San Blas, a la que mucho empeño ponen Juan Antonio Hernández, el presidente vecinal que es de Villa del Campo y que vive en Cáceres desde 1978, y Antonio Pariente, el cura. Bueno, y María José Casado, que aunque sea de Sevilla es una catovi de no te menees. Y, por supuesto, El Redoble (un beso María Fernanda, y que te recuperes muy prontito).

El sarao de la semana lo montó el Club Taurino de Simón García, una de las figuras más representativas de los cantaores extremeños. Simón, conocido como El Niño de la Ribera porque pasó su infancia y juventud en El Marco, llevó el jueves al Hotel Extremadura al torero Joselito. La última vez que vimos a Joselito en Cáceres fue en 2002, cuando recogió un trofeo de la Feria de Mayo de manos de José Franco, uno de los fundadores del club taurino.

Estaban la bailaora María Rosa, Vicente Bote, Emeterio Corchado, Emilio de Justo, Luis Pache, Franquete, Fernando Aguilar... Joselito habló muy bien. Dijo que desde los 10 años quiso ser torero y que ahora es ganadero porque está invirtiendo en algo que le gusta, en algo que le ha hecho ser lo que es. Por eso, aunque en su finca San Juan de Piedras Albas de Trujillo no haya palcos fastuosos, hay toros bravos tan bellos que sobran todos los oropeles.

Facebook es un sitio web gratuito de redes sociales creado por Mark Zuckerberg, originalmente para estudiantes de Harvard, pero ya abierto a cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico. La fortaleza de la red radica en los 350 millones de usuarios que ha creado.

Desde hace unos días Cáceres Todo Un Placer se ha unido a facebook y ya supera los 185 admiradores, entre ellos, cómo no, la musa del peperío , Elena Nevado, a la que aprovechamos para felicitar por su cumpleaños. La alcaldesa, Carmen Heras aún no se ha sumado a nuestra familia, algo que nos genera extraordinaria inquietud. Imaginamos que con tanto Plan de Urbanismo y tanta plaza Mayor debe andar muy liada.

Acaba el telemaratón de Antena Cáceres Televisión (mil gracias, Haití lo agradecerá). El Gran Teatro apaga sus luces después de que Ana Duque nos haya enamorado con sus boleros. En ese momento, como un milagro, facebook nos da la bienvenida y vemos a Joselito, a Dieguino, a Ricarda... unidos a esa red que ahora también proclama a Cáceres como la ciudad del placer.