Las cisternas no convencen a los vecinos de la pedanía cacereña de Rincón de Ballesteros, que ayer exigieron a la mancomunidad de Lácara el cumplimiento del convenio que firmó en 1996 con el Ayuntamiento de Cáceres y por el que se comprometía a abastecer a la localidad.

Un problema en la red y el aumento de vecinos en los pueblos circundantes durante las vacaciones de verano ha provocado importantes restricciones, que comenzaron el sábado. La alternativa provisional del consistorio y de la empresa concesionaria del servicio de agua, Canal de Isabel II, ha sido el traslado de tres camiones cisternas al día para llenar el depósito regulador que existe en el pueblo.

Vecinos de la parte más alta de Rincón de Ballesteros (donde se han producido los mayores problemas) comentaron ayer que de sus grifos ha comenzado a salir agua, "pero no con la presión de siempre". Algunos de ellos insistían en que "por la mañana aún salía un hilito".

La alcaldesa pedánea, Rufi Pascua, se refirió a la necesidad de que la mancomunidad respete el compromiso adquirido. "Tiene que arreglar la red y cumplir el contrato". Pascua señaló que la situación no alcanza el dramatismo de días anteriores, pero que se requiere una solución.

Todo apunta, tal como avanzó ayer este diario, que el problema no se solucionará este mes puesto que hay que acometer obras en la conducción. El ayuntamiento y la mancomunidad no descartan una reunión.