Cáceres ha dado el primer paso para recuperarse de los altibajos que ha experimentado su censo durante el último lustro, desde que en 2014 perdiera población por primera vez en décadas. Los datos del padrón a 1 de enero de 2019 registran un ascenso de 207 habitantes hasta alcanzar los 96.720, la segunda cifra más alta de la serie histórica (tras 2016), y el primer registro positivo después de dos ejercicios negativos (en 2017 se perdieron 323 vecinos y en 2018 otros 171). Este alza se distribuye de forma desigual: mientras que la zona Norte lidera otro año el crecimiento porcentual, con 19.339 censados (+0,4% anual), el Oeste también sube hasta 15.818 (+0,03) y las pedanías alcanzan 930 (+4%), pero el Sur baja hasta los 21.699 vecinos (-3%) y el Centro se queda en 38.934 (-2%).

Por barrios, los que más crecen en 2019 respecto a 2018 son Sierra de San Pedro (Río Tinto, junto al poblado minero), con más de medio millar de habitantes (574) debido a sus nuevas promociones de viviendas, seguido de Montesol (178) y El Junquillo (122), dos zonas en expansión que siguen ganando inquilinos. De hecho, Montesol III quiere comenzar a tomar forma este año con su tercera fase (994 viviendas). En el lado opuesto, los que más pierden son el entorno de Santiago (-389), la zona de los primeros residenciales de Mejostilla (-257) y Moctezuma (-85).

Al margen de estas seis barriadas que ocupan los dos extremos de la tabla, el informe elaborado por la Sección Municipal de Estadística con los datos del padrón también facilita la evolución del resto de barrios en 2018 respecto a 2017. Los que muestran un comportamiento más positivo en general se encuadran en la zona Norte. Y es que Cáceres lleva décadas creciendo por su área septentrional debido a la fuerte expansión de las grandes urbanizaciones. Así, Montesol ganó 236 habitantes el pasado año, la urbanización San Jorge otros 148, el residencial Infanta Isabel 90 más, el Residencial Ronda subió 87 y Cáceres el Viejo, 48.

De hecho, todos los residenciales del Norte siguen creciendo (Polígono Ganadero, Nueva Ciudad, Residencial Universidad...), y solo pierden población las primeras urbanizaciones de Mejostilla (-146) y Gredos (-28).

El Oeste también mantiene una evolución positiva pero más ajustada. De hecho, aunque a enero de 2019 haya recuperado su línea ascendente, en 2018 perdió casi 200 habitantes debido sobre todo al descenso de 61 vecinos en Castellanos, 48 en La Madrila, 31 en Cabezarrubia, 30 en El Vivero y 28 en el R-66-B. Subieron, eso sí, El Junquillo (37), que en 2019 vuelve a situarse como segundo barrio en crecimiento, y Macondo (17).

El Sur se convierte en el distrito que más población pierde a enero de 2019, con 702 vecinos menos que en 2018, y el pasado año también bajó 63 respecto al anterior. Es cierto que existen barrios muy dinámicos como Maltravieso (con 85 vecinos más en 2018), Casa Plata (64), La Cañada (36), Vistahermosa (25) o La Paloma (11), pero otros registran caídas como La Abundancia (-74), Llopis (-59), Espíritu Santo (-50), Nuevo Cáceres (-51) o Veracruz (-45).

EL CENTRO, A LA BAJA / Por su parte, la zona Centro ha perdido 619 habitantes a enero de 2019, pero el pasado año ya se redujo en 413. Es con diferencia el área más poblada de la ciudad y también la que alberga las viviendas más antiguas. No obstante, hay zonas que crecen en población como la avenida Virgen de Guadalupe, que ganó 42 vecinos entre 2017 y 2018, o la calle Margallo (31), la Ribera del Marco (17), San Francisco (17) y El Perú (13). Prácticamente el resto de las áreas tienen evolución negativa, sobre todo Cánovas (-58), Hernán Cortés (-54), Los Fratres (-54), San Justo (-53), Argentina (-48), La Bondad (-35), Hernández Pacheco (-24) o El Rodeo (-22).

Por último, las pedanías de Estación Arroyo-Malpartida, Rincón de Ballesteros y Valdesalor suman en total 930 habitantes a enero de 2019, con un aumento de 36.

En cualquier caso, la capital cacereña tiene su crecimiento comprometido si mantiene su lento ritmo de nacimientos. En los últimos doce años la tendencia ha sido claramente descendente, salvo pequeños repuntes que no han corregido la trayectoria. De este modo, si en 2007 se registraron 1.087 nacimientos, en 2018 solo se han contabilizado 739. Se trata de la cifra más baja de las últimas décadas. Así, la pirámide de población sigue estrechándose por su base y por tanto se tambalea en todos los sentidos. El tramo de edad con menos habitantes es el de 0-4 años, con 4.012 niños censados. Contrasta con el tramo de mayor población, entre 45 y 49 años, que lo duplica con 8.119 personas.

De momento solo parece que pueda compensarlo la inmigración, que lleva dos años repuntando de nuevo tras su caída entre 2012 y 2017. Actualmente hay 2.703 extranjeros en Cáceres, 218 más que el pasado ejercicio.