Las raíces italoargentinas y la profesionalidad de Paula Alvarez Palacios marcan la diferencia en el Ristorante Italiano Pippo, un local de restauración, ubicado en la calle Isla de Rodas, número 2 (R 66), que regenta junto al hostelero Fernando Díaz. Tal es así, que ha creado en poco tiempo --hace dos meses cumplió su primer año-- estilo propio en la elaboración artesanal de pizzas y pasta fresca en la capital cacereña.

La satisfacción del cliente es la máxima de este restaurante, tanto en lo referente a la calidad de la comida como en el trato recibido por su personal. Para ello cuenta con un magnífico equipo de profesionales motivados para conseguir que el cliente se vaya contento. Los cacereños pueden degustar en Pippo la más selecta y variada gastronomía italiana. Su carta está compuesta por más de 200 platos diferentes ya sean deliciosas entradas, panqueques dulces (su especialidad) y salados, pasta fresca, pizzas, carnes y los postres de la casa, entre los que destaca el tiramisú.

A diferencia de otros establecimientos, Pippo selecciona los mejores productos para confeccionar sus sabrosos platos. Todos se cocinan con aceite de oliva virgen extra; la pizza es natural y se sirven carnes de retinto de primera calidad. Además, las pastas, también hechas al modo tradicional, se sirven frescas, cocinadas al momento y en su punto exacto, acompañadas de las salsas (once variedades) que previamente elija el cliente.