Si existe un lugar en el planeta donde el sida descarga su golpe más mortífero, esa es la pequeña aldea de Chitsulo, en el centro de Malawi, una antigua colonia inglesa al sureste de Africa. Tiene 400 habitantes y una esperanza de vida que no supera los 37 años, pero hay algo peor: la mitad de su población está formada por 200 niños huérfanos a causa de la marea del VIH. Pese a todo no es el único poblado con cifras drásticas, simplemente se trata de uno más en el desolador panorama africano, pero la Universidad Laboral de Cáceres ha querido sembrar su grano centrando mil y un esfuerzos en esta aldea, y está a un solo paso de conseguir su objetivo.

"Queremos construir seis aulas para que los niños tengan posibilidades de salir adelante al menos a través de la formación", explica la educadora social del centro, Ana Rentero, promotora de este proyecto en el que se han volcado todos los profesores y alumnos desde hace un año. Necesitan reunir 18.000 euros y ya llevan 12.000, "por eso se nos ocurrió organizar una actividad abierta a la ciudad que permita alcanzar la meta cuanto antes", señala. Y la idea llegó en forma de música, mejor de macromúsica , porque finalmente se celebrará un gran concierto en el que intervendrá diez grupos extremeños de forma gratuita.

El cartel y las entradas

Será en la plaza de toros el 7 de octubre, desde las 19.00 horas hasta la madrugada. Las entradas costarán 5 euros y se destinarán íntegramente a la causa. El programa, que aún podría sufrir algún cambio, está formado por Maggot Brain; Son de Secano; Los Niños de los Ojos Rojos; Funkestein; Xöia Mai; Tangran; La Bruja Roja; El Gitano, la Cabra y la Trompeta; Bangladesh y Spanglish. "Hacemos un llamamiento a los ciudadanos para que se sumen ese día a nuestro objetivo, a ver si podemos completar la cantidad necesaria", incidió ayer el director de la Universidad Laboral, José María Alegre.

La idea surgió hace un año. Ana Rentero buscó un proyecto que sirviera a la vez para formar en valores a los alumnos y para prestar ayuda a una causa. "Hablamos con Cruz Roja y conocimos la situación de Chitsulo. Ellos ya habían construido dos aulas, pero se necesitaban ocho", relata. Durante el curso pasado se realizaron más de cien actividades para recabar fondos, desde un taller de percusión a cargo de un grupo traído expresamente de Burkina Faso hasta un cuentacuentos africano, la edición de un libro de historias infantiles del continente recopiladas por los estudiantes, un mercadillo solidario, conciertos, jornadas gastronómicas en la Escuela de Hostelería, ciclo de cine...

"Era un proyecto de andar por casa y se nos ha ido afortunadamente de las manos", confiesa Ana Rentero. Las administraciones --ayuntamiento, Junta y diputación-- también han puesto todas las facilidades para el macroconcierto.