Al igual que ocurriera con Cáceres y Córdoba, la lucha por la capitalidad cultural europea del 2016 está levantando ampollas entre las ciudades candidatas. La pelea institucional la dirimen ahora en Andalucía malagueños y cordobeses, que mantienen un enfrentamiento marcado por el distinto signo político de sus gobiernos municipales y el autonómico.

"Hay alguien que se empeña en enfrentarnos", aseguró ayer el concejal de Cultura de Málaga, Diego Maldonado, quien añadió que el ayuntamiento malagueño, gobernado por el popular Francisco de la Torre, "ha hecho uso de un derecho legítimo como el resto de las ciudades candidatas".

Pero las aspiraciones de la ciudad costera chocan con las intenciones expresadas por Rosa Aguilar (IU), alcaldesa de Córdoba. En este sentido, acusó antes de las elecciones generales al PP de querer "enfrentar" a ambas ciudades por la capitalidad como parte de "una estrategia electoral".

La regidora cordobesa, que tuvo sus diferencias con Saponi en el grupo de ciudades patrimonio de la humanidad, acusó a su homólogo malagueño de "haber hecho oído sordos" al acuerdo de que Córdoba fuera la única candidata andaluza a la capitalidad cultural.