No todas las flores de la campaña de otoño se mantendrán mucho tiempo. Algunas tardarán pocos días en desaparecer. Existe un fenómeno curioso que se repite: algunos ciudadanos roban las especies que más les gustan, incluso acuden con bolsas para esconderlas.

Este pillaje, junto con los actos vandálicos, afecta al 15% de los ejemplares según el servicio municipal. El año pasado, el ayuntamiento intentó sembrar dos jardines con especies más caras, pero duraron 24 horas. Incluso el seto de El Rodeo fue robado por metros.