Sergio Mena, ingeniero informático vecino de Ibahernando, creó hace unos años su empresa de desarrollo web, mantenimiento de servidores y otras tareas propias de su profesión, denominada Elixweb Soluctions, con sede en la cercana localidad de Trujillo. A través del centro i-Novo de esta población (espacio tecnológico de apoyo a los emprendedores para el desarrollo de ideas innovadoras) también gestó junto a otro compañero un proyecto de domótica basado en Arduino, un microprocesador que además se utiliza para enseñar a construir dispositivos interactivos que controlan objetos del mundo real. Y entonces Sergio reparó en el auge de Arduino y de la robótica educativa, que acercan a los niños la electrónica y la programación. Si estos talleres son cada día más demandados en las ciudades... ¿Por qué no en las poblaciones más pequeñas?

Hace dos años organizó un primer taller en Trujillo con mucha aceptación. «Visto lo visto, me puse en contacto con el centro educativo Colorín Colorado de esta localidad y empecé a impartir clases de Robótica en colaboración con la academia Gles», explica. Así nació su nueva empresa, ‘Talleres Tecnológicos Rurales’, que ha logrado un accésit en el Programa de Ideas Emprendedoras de la Diputación, lo que le ha permitido adquirir el material preciso.

Desde enero se ha expandido a los municipios del entorno. Ya tiene dos grupos en Madroñera, tres en Logrosán y dos más en Trujillo. En sus clases imparte robótica educativa, programación de videojuegos, formación en programación y robótica para adultos. «Los niños son realmente increíbles, te quedas asombrado de cómo construyen los robots», relata. Apenas puede atender toda la demanda y ya necesita más manos, de modo que sopesa con otro compañero ampliar los contenidos de los talleres con la enseñanza de la impresión 3D.