Los alumnos de Infantil del colegio Extremadura no han podido regresar a clase después de las vacaciones de Navidad. Cuando llegaron al centro el pasado miércoles se encontraron las seis aulas de este ciclo anegadas de agua, inundadas por la rotura de una tubería de la red de abastecimiento. Ni ese día ni ayer pudieron asistir a clase. La delegación provincial espera que esta mañana puedan utilizarse tres de las seis aulas afectadas, aunque en un principio a los padres se les aconsejó que hasta el lunes no llevaran a sus hijos por la humedad que todavía se acumula en las dependencias educativas afectadas.
La tubería se encuentra en un antiguo aseo que ahora se utiliza como almacén, contiguo a una de las aulas de Tercero de Infantil. El agua alcanzó casi los cinco centímetros de altura y se filtró al exterior por las grietas que tienen los muros de la fachada. La inundación ha estropeado parte del mobiliario de las aulas, material escolar que ya ha sido repuesto y los suelos, que se han levantado.
«El espectáculo que nos encontramos fue tremendo. El agua corría como si fuera un arroyo y el olor a humedad era insoportable», indica Francisco Sánchez, secretario de la Asociación de Madres y Padres (Ampa) y cuya hija estudia en una de las aulas afectadas. Los padres exigen una solución inmediata y que se preste mayor atención al mantenimiento del centro.
DESHUMIDIFICADORES / Para secar la zona afectada lo antes posible, durante todo el día se mantienen abiertas las ventanas por eso, aunque la calefacción del colegio está en funcionamiento, los niños pasan frío. Además hoy se instalarán deshumidificadores para que absorban la humedad y se dejarán puestos durante todo el fin de semana. «Mañana -por hoy- entre las aulas que ya van a estar listas y el resto de dependencias disponibles del colegio se podrán restablecer las clases para todos los alumnos», indicó la delegada provincial de educación, María Luisa Guillén.
Por otro lado, los padres reclaman que comience la reforma del colegio, presupuestada hace dos años. El centro se construyó en 1975 y desde entonces no se ha sometido a ninguna rehabilitación. «El colegio está decrépito. Hay mobiliario de los años 70, necesita un plan integral», señala el secretario de la Ampa.
La reforma cuenta con una inversión de 650.000 euros, insuficiente para los padres, que piden que se incluya en el proyecto la reubicación de la caldera y la construcción de un salón de usos múltiples. Educación espera que la obra se adjudique la próxima semana y que comience en el mes de abril, para que pueda estar terminada en septiembre.