La vejez aún de parte de las tuberías que abastecen de agua a la ciudad volvió ayer a jugar una mala pasada a todo el noreste cacereño. Casi cinco horas estuvieron sin suministro miles de vecinos de San Marquino, el eje de Caleros y Fuente Concejo, plaza Mayor, San Blas, Pinilla, zona alta de Mejostilla y campus universitario por la rotura de la conducción principal de salida del depósito inferior de la Montaña, situado un poco antes de la ermita del Calvario.

El corte se produjo a la una y media del mediodía y el suministro no se pudo restablecer hasta las seis de la tarde, aunque muchos de los hogares afectados no recuperaron el abastecimiento con normalidad y con la suficiente presión hasta después de las ocho de la tarde.

Reparación Canal de Isabel II detectó la rotura de la tubería el miércoles por la noche y, según explicó el director técnico de la concesionaria del agua, José Luis Castaño, se trató de repararla ayer por la mañana sin interrumpir el suministro a las viviendas, aunque finalmente "no fue posible". A las 13.30 tuvo que cerrarse la salida de agua ante la dimensión de la avería. "Hemos tardado en encontrar el punto de rotura porque había mucha filtración de agua en el terreno", detalló el director técnico.

La causa de la rotura fue una vez más la antigüedad de la tubería, que data de mediados de los 50 y aún de material de fibrocemento, según confirmó Castaño. Se produjo en un tramo próximo al depósito y su arreglo obligó a realizar un socavón de más de un metro de profundidad hasta llegar a la tubería.

Se sustituyeron tres metros de esta conducción, que mide 300 milímetros de diámetro, por tubo de fundición dúctil. Los trabajos de reparación concluyeron sobre las seis y media de la tarde, aunque el reabastecimiento con normalidad no fue instantáneo. "Tenemos que ir cargando la red poco a poco para no provocar nuevas roturas, así que las zonas más bajas pueden haber recuperado el agua a las seis de la tarde, pero las más altas pueden no hacerlo hasta las ocho de la tarde", aseguró José Luis Castaño en el momento de concluirse la reparación.

La solución de urgencia que se adoptó ayer puede decirse que es un parche provisional, ya que la definitiva pasaría por la renovación de toda la conducción de fibrocemento por otra de material más moderno, una obra que requiere de gran envergadura y que necesitaría una fuerte inversión. La canalización afectada da salida al agua desde este depósito hasta los ramales inferiores que distribuyen el agua por los diferentes barrios asignados a este estanque de almacenamiento.