La sintonía sonaba muy desafinada en los últimos tiempos y los músicos han decidido poner tierra de por medio para evitar más roces. La Banda de Cornetas y Tambores de la Sagrada Cena, creada en 1996, se ha escindido definitivamente de la hermandad del mismo nombre por una serie de problemas que venían minando la relación desde hace años. "El último detalle fue cambiar la llave de la cerradura del local donde tenemos el material. Fuimos la noche antes de la última procesión y ni siquiera pudimos acceder", explica el fundador y director de la banda, el cantaor Pepe Cantero.

Los músicos se sentían poco valorados y recompensados, y aseguran que la mala relación entre la Sagrada Cena y el resto de las cofradías penitenciales, de las que se separó este año, ha perjudicado a la banda hasta tal punto que nadie la contrata. "Ultimamente ni siquiera tocábamos con nuestra propia hermandad, porque en el Certamen de Saetas llamó a la Banda de Diputación y le dió una remuneración mayor. En la Cruz de Mayo ni siquiera nos avisaron. Nosotros bajamos de todos modos tocando hasta la casa de hermandad, y una vez allí, como no nos habían abierto hueco, seguimos hacia la parte antigua", recuerda Cantero.

Los responsables de la banda lamentan especialmente el trabajo de los 35 chicos de 12 a 20 años que ensayan todos los días del año en el Paseo Alto, "bajo cero o en pleno verano", y que apenas reciben contratos. Por ello han buscado una solución peculiar y efectiva: desde estos momentos pasan a denominarse Banda de Cornetas y Tambores 2016, y se presentarán el día 27 en Cánovas. "La capitalidad cultural es una gran causa, estamos muy satisfechos. Incluso el alcalde nos ha recibido y se comprometió a darnos apoyo en lo que pueda".

Música para el 2016

La banda espera mejores tiempos y de momento ha finalizado por completo su uniforme con plumín y fajines. "Desde aquí hacemos un llamamiento a todas las cofradías. Estamos muy ilusionados", señaló el director. Su próximo trabajo será crear una pieza musical alusiva al reto 2016.