El verano pasado ya florecían en las grandes ciudades los bares con cañas por menos de un euro. La alternativa, un auténtico brindis al ocio en plena crisis, crece como la espuma y en la capital cacereña ya es posible encontrar varios establecimientos con cervezas incluso desde 0,45. Muchos son nuevos, inaugurados precisamente con este gancho, incluso brotan como setas las franquicias especialistas en low cost a pie de barra. Otros negocios ya veteranos se adaptan para no perder clientela. Porque como dice el anuncio, en España los bares son los bares y deben resistir porque morir no pueden.

La estrategia ha cambiado. No se trata de vender 500 cervezas a 1,20, sino de vender 1.000 cervezas a 0,60. Hay que reducir el margen de beneficio, trabajar más para competir en los tiempos que corren y seguir llenando la barra al menos a ciertas horas. Pero los precios bajos también se extienden a los pinchos, a las raciones y a otras ofertas singulares: caña más tapa, media ración más caña larga, ración más jarra de cerveza o tinto de verano, incluso un día especial a la semana con descuentos singulares... Algunos bares tienen un éxito que ni siquiera esperaban tal y como marcha la economía.

Además, los establecimientos de precios bajos suelen disponer de terrazas para que el cliente pueda sentarse por menos de un euro a sofocar el calor con una cerveza fresquita... Y dentro, generalmente cocina casera que permite dar calidad asequible al bolsillo. La mayoría de estos locales cuidan su decoración, con amplias inversiones, precisamente para transmitir la idea de lo que lo barato también es bueno.