El alcalde, Luis Salaya, aseguró ayer que el consejero de Sanidad, José María Vergeles, le llamó y le explicó las razones por las que el servicio de Cirugía Vascular se trasladaba a Badajoz y él le indicó que compartía la idea de que se garantizase la seguridad de los pacientes. Confía, no obstante, en que, cuando esté preparado el servicio, «pueda prestarse con todas las garantías de seguridad». «Se volverá a prestar y estoy convencido de ello», sentenció. Y añadió que «la prioridad tiene que ser que la sanidad en la ciudad mejore todo lo posible, siendo conscientes de que tenemos una sanidad de buena calidad en la ciudad, en la provincia y en Extremadura».