Tercera fase de la desescalada en Cáceres y el alcalde, Luis Salaya, estaba ayer especialmente optimista sobre las perspectivas económicas de la ciudad. Predijo «una recuperación económica» que centró en la apertura de Mercadona y H&M en el Centro Comercial Ruta de la Plata, el ‘ok’ a cinco plantas fotovoltaicas y el centro budista. De este último proyecto aseguró que «sigue en pie. Ha habido un parón en los viajes por este periodo, pero sigue adelante».

Eso si, el mandatario municipal no pudo dar fechas, porque dadas las consecuencias que acarrea la pandemia «eso es dificilísimo». La última vez que se supo de esta iniciativa fue en febrero. Entonces, el ayuntamiento estudiaba hasta tres terrenos para cederlos a la Fundación Lumbini Garden con el objetivo de levantar en la capital el templo budista más grande del planeta. De hecho, uno de ellos fue visitado por el presidente de esta institución, José Manuel Vilanova. Ni él ni el ayuntamiento quisieron desvelar entonces de qué parcelas se trataba (todas ellas municipales, en principio de suelo rústico, de entre 15 a 20 hectáreas).

En esa época las negociaciones iban bien. Vilanova estaba en Birmania. Allí, Yangón, la antigua capital, acogió el acto de bendición de una réplica del Buda de 40 metros que prevé instalarse en Cáceres. Era una pieza de 2 metros de altura, esculpida en jade y valorada en 300.000 euros, que se depositará en el lugar donde se levante el templo y que estará allí durante toda su construcción.

El acto lo organizó la Cámara de Comercio de Magwya, cuya presidenta es también la presidenta de la Asociación Budista de Birmania. A él acudieron igualmente los ministros de Turismo y Religión del gobierno birmano, así como el embajador de Nepal y destacados empresarios.

La ceremonia estuvo presidida por Sitagu Sayawa, máxima autoridad religiosa de Birmania y uno de los cinco mayores gurús budistas del mundo, «al nivel de un Dalai Lama», destacó en febrero Vilanova. «Este monje budista -que por cierto ha mantenido encuentros con importantes autoridades del mundo como el expresidente americano Barack Obama- tiene más autoridad que la presidenta del gobierno», relató en aquel momento el emisario español.

Vilanova dejó claro que la ceremonia implicaba el apoyo económico del gobierno de Birmania y de los monjes al proyecto de Cáceres, cifrado en 25 millones de euros. «El clero birmano tiene fondos suficientes para levantar el edificio. Pueden patrocinarlo completamente y están valorando hacerlo en su totalidad, por eso la comunidad religiosa quiere ver un proyecto de paz, no de discordia. De ahí la importancia de que todos los políticos cacereños estén de acuerdo o, de lo contrario, la iniciativa se irá a otro lugar y se esfumará», sentenció.

Pero el coronavirus lo detuvo todo. Tanto es así que el viaje que Sitagu Sayawa preveía realizar a Càceres en abril se suspendió. La intención era participar en unas jornadas que bajo el título ‘Ética y paz’ organizaba la Fundación Lumbini y que se iban a celebrar en el Hotel Don Manuel. No obstante, las conversaciones no han parado en este tiempo. De hecho, en pleno confinamiento el alcalde anunció la llegada de mascarillas procedentes de Nepal, con Vilanova como intermediario. Finalmente, problemas aduaneros impidieron el traslado.

Salaya insistió ayer en que la agilidad de la administración en la concesión de licencias va a ser fundamental. «Queremos ser un ayuntamiento que vaya ganando fama de ser muy ágil en los permisos, porque eso va a suponer la creación de muchos puestos de trabajo».

El dirigente socialista se refirió a otros aspectos que moverán la economía de la ciudad a partir de ahora, entre ellos la posibilidad de abrir pubs y discotecas de La Madrila, que deberán reinventarse; y la campaña de 240.000 euros que proyecta el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y que supondrá la realización de una campaña de promoción para atraer turistas de Sevilla, Madrid y Valencia.

Todo ello mientras el ayuntamiento prepara la apertura de las piscinas el 19 de junio. De momento, no se plantea retomar la zona azul.