El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha mantenido que «ningún miembro» de su equipo de Gobierno ha ordenado que se levante el puesto callejero en el que Domingo Pizarro vendía especias desde hace años junto al edificio de servicios Múltiples, y achaca la actuación a una actuación unilateral de la Policía Local en el cumplimiento de sus funciones.

«No hay una instrucción del equipo de Gobierno ni de ningún concejal ordenando que se levante ese puesto, sino que hay unos agentes que deciden comprobar si un puesto de venta ambulante cuenta con los permisos necesarios y comprueban que no cuenta con ellos y, de forma efectiva, le piden que levante el puesto», ha manifestado.

Según ha dicho Salaya en unas declaraciones que recoge Europa Press, el ayuntamiento «no ha tomado la decisión de ordenar eso. No teníamos conocimientos de la situación y no hemos ordenado que se lleve a cabo esa medida, pero lo que no vamos a hacer es ordenar a un policía local que incumpla la ley», ha subrayado.

A la preguntas de si es ahora cuando se ha dado cuenta la Policía Local de que ese señor tenía ese puesto callejero cuando lleva años vendiendo sus productos en el centro de la ciudad, el alcalde ha respondido: «No tengo conocimiento de ello». El concejal no adscrito Teófilo Amores había pedido información sobre lo que califica un «desahucio comercial» de este vendedor.