El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, hizo ayer un llamamiento a la calma tras el anuncio de hosteleros de la ciudad que plantean manifestarse este lunes por la ralentización en la concesión de terrazas en unos casos o de su denegación, en otros. «De lo único que no podemos hablar es de incumplir la ley», contestó enérgico el dirigente socialista.

Salaya se refirió de un modo muy concreto a la situación de la calle Pizarro, donde descartó la posibilidad de abrir veladores de la manera en que pretenden algunos propietarios puesto que se trata de una zona saturada, de una salida de emergencia desde la plaza Mayor y porque instalarlos «de punta a punta» de la vía incumple la normativa de accesibilidad. El alcalde hizo alusión al caso judicial de La Madrila y advirtió de que, por tanto, con este asunto será cauto y exquisito a la hora del cumplimiento de las normas vigentes.

«El derecho de manifestación es innegable, pero sí hago una invitación a que opten por otra vía, y es la del diálogo. Salaya sentenció que está dispuesto a sentarse con los afectados «hoy, mañana, o el domingo, y si no quieren a esos representantes, que nombren a otros, y nos sentamos para poner todo sobre la mesa, todo menos el incumplimiento de la ley».

En este sentido, defendió su política en cuanto a la gestión del asunto de las terrazas a raíz de la crisis del coronavirus. Desde el 14 de mayo se han concedido 53 licencias de apertura o de ampliación y desde el día 15 se han abierto 29 expedientes. Hasta el momento se han tramitado 59 permisos.

Salaya también defendió el papel de la policía local, que ha revisado 16 locales y ha encontrado 36 deficiencias, que se están subsanando. En muchos casos se trata de locales nocturnos en zonas saturadas a los que se les impide poner veladores. Los afectados se quejan de esto y de la lentitud burocrática, con dificultades para enviar correos o resolver llamadas. Salaya, en su descargo, dijo que se está dando toda la agilidad posible.

El mercadillo

Durante su comparecencia de ayer, vía streaming, el alcalde avanzó finalmente que el mercado franco reabrirá el 10 de junio. Salaya comentó que lo hará con restricciones y con las medidas de seguridad dictadas por el gobierno central.

Tal como informó ayer este diario, solo podrán acudir a Vegas del Mocho un tercio de vendedores, de los 200 que hay en la actualidad irán 66. Todos ellos deberán guardar una distancia de seis metros y una separación lateral de dos y medio.

El regidor indicó, por otro lado, que el corte al tráfico de vehículos de la subida al santuario se retrasa una hora, será de nueve a once de la noche, tal como lo han demandado las personas mayores. Igualmente, informó de la adjudicación de un contrato menor para elaborar un mapa de calles y puntos negros de violencia de género. En cuanto al homenaje a las víctimas del covid, dijo que se hará cuando las condiciones de seguridad lo permitan, pero nunca será un acto multitudinario en la plaza Mayor.

Sobre el cambio del festivo del Día de San Fernando, hoy, dijo que se mantiene porque cambiarlo a una fecha de mayor normalidad hubiese perjudicado aun más a los comerciantes. Enfatizó que el descanso es un derecho recogido en los convenios de los trabajadores y recordó que gran parte de la población ha regresado a sus puestos de trabajo.