Luis Salaya aprobó este viernes su primera prueba como alcalde. Consiguió sacar adelante los presupuestos de 2020, algo por lo que no todos apostaban a principios de su mandato. Lo logró con el apoyo de Podemos y del concejal no adscrito Teófilo Amores. Ambos respaldos le obligan a partir de ahora a tomar dos caminos. El primero es poner en práctica las medidas políticas a las que se ha comprometido con Podemos. Y el segundo es convencer a Amores de que siga como concejal o en caso contrario buscar otro socio en la corporación que le permita tener un seguro para alcanzar los 13 votos, los que dan mayoría absoluta en la corporación.

Los presupuestos de 2020 ascienden a 69,1 millones. Garantizan en sus gastos el pago del personal del ayuntamiento, de los servicios que se prestan al ciudadano y de la amortización de la deuda. Sus ingresos dependen en gran medida del IBI y de las aportaciones del Estado. Este año como novedad se han cuadrado los ingresos con los 3,3 millones que se esperan recaudar por las licencias de construcción de dos complejos de plantas fotovoltaicas.

La portavoz de Podemos, Consuelo López, le recordó a Salaya los deberes del acuerdo de legislatura firmado hace menos de un mes, «esperemos que a lo largo de 2020 el gobierno sea valiente y haga las transformaciones que necesita la ciudad». Ese pacto permitió el voto de Podemos a favor de las cuentas. Tiene veinticinco medidas y López resumió dos de sus objetivos al cerrar su segunda intervención: «acabar con los recortes y acometer políticas públicas expansivas». Esto conllevará más gasto e intervención pública, más control sobre las concesiones de servicios y revisión de la política fiscal.

Amores no pone condiciones, ni intervino en el pleno. Su silencio sonó más que muchas de las intervenciones. Tras la sesión explicó que su voto a favor es «para construir y no poner palos en la rueda». Y añadió que lo que se votó fueron «los presupuestos de la ciudad, no del PSOE».

En contra del presupuesto votaron PP, Cs y los no adscritos Francisco Alcántara y Mar Díaz. Cada uno lo hizo con matices distintos. El más contundente en su crítica fue el portavoz del PP, Rafael Mateos, que le recriminó al gobierno que «se apoye en Podemos para aprobar un presupuesto antisocial» y que se valga «de los 3.500 votos de Vox -partido al que pertenecía Amores y con el que se presentó a las municipales- para sacar adelante unos presupuestos socialcomunistas».

Alcántara fue más constructivo en la crítica al pedir al gobierno «más ambición» y que se acuda a un mayor endeudamiento financiero para acometer más inversiones, «falta estrategia y ambición, menos mal que han aparcado esa subida de impuestos que todos nos tememos que será su recurso final», dijo.

La portavoz de Cs, Raquel Preciados, dio ayer dos razones que, además de explicar la negativa de su grupo a las cuentas, invalidan que puedan ser el apoyo de Salaya en futuros presupuestos. «Creemos en la mina -de litio en Valdeflores-», aseguró en su segunda intervención. Y abogó por una bajada de impuestos, demanda que comparte con el PP (que también defendió la reducción de los tributos) y que es incompatible con el pacto de legislatura de PSOE y Podemos.

Valoraciones en el debate de los presupuestos

Valoraciones en el debate de los presupuestosMaría Ángeles Costa, concejala de Economía (PSOE)

“Son unos presupuestos sociales y que ponen las bases para la generación de empleo”

Ha sido la responsable de la elaboración de los presupuestos y la que se encargó de su defensa este viernes. Aseguró que son “sociales y sostenibles, apuestan por los servicios públicos, el patrimonio y la promoción turística, garantizan los compromisos de desarrollo sostenible, promueven el comercio de proximidad, se preocupan por los barrios y ponen las bases para la generación de empleo”. Repitió esta valoración dos veces.

Costa tuvo que defender la estimación de ingresos que hace el gobierno del impuesto de Construcciones, son 4,1 millones, de los que 3,3 se condicionan al inicio este año de dos complejos de plantas fotovoltaicas. Esta fue una de las previsiones más atacadas por la oposición. Los servicios económicos municipales advierten que de no cumplirse se podría cerrar el año con déficit. La concejala aseguró que no es una previsión excesiva y que los plazos se cumplirán, además recordó que en 2019, sin fotovoltaicas, ya se reconocieron ingresos de este impuesto por 2,1 millones.

Rafael Mateos, portavoz del grupo municipal del PP

"Se valen de 3.500 votos de Vox para sacar unos presupuestos socialcomunistas"

Fue el más rotundo en sus críticas a las cuentas. Justificó, entre otros motivos, el voto en contra de su grupo porque “no puede ser cómplice” del “despropósito” que supone que el gobierno socialista “se apoye en Podemos para aprobar un presupuesto antisocial” y que se valga “de 3.500 votos de Vox -partido al que pertenecía Amores y con el que se presentó a las elecciones- para sacar adelante unos presupuestos socialcomunistas”

Mateos cuestionó que se vaya a cumplir la previsión de ingresos en el impuesto de Construcciones por el inicio en este año de las obras de dos complejos fotovoltaicos, “más que prudencia tienen temeridad y la necesidad de agarrarse a un clavo ardiendo para intentar cuadrar las cuentas, pero en ese clavo no se queman ustedes, sino los cacereños”. El portavoz reclamó a Salaya que si se necesitan garantizar ingresos que se exija a la Junta el pago de “cuatro millones de euros” que todavía adeuda al ayuntamiento, en su mayoría del IBI.

Consuelo López, portavoz del grupo municipal de Unidas Podemos

“En los últimos años se ha dado un saqueo de lo común para regalarlo a empresas”

No entró en números, sino en el debate político. Aseguró que los presupuestos aprobados ayer no son los de su grupo, pero que los apoyan porque “es el camino acordado con el gobierno local para desandar” las políticas que se han seguido hasta ahora en el ayuntamiento, unas políticas que “han fracasado y que nos han dejado una ciudad que ha sacrificado el bienestar general por el interés de unos pocos”.

Reclamó al resto de grupos de la oposición que “no se llenen la boca con la demagogia de la bajada de impuestos, necesitamos una política fiscal a la altura de las necesidades de Cáceres”. Defendió la optimización del gasto y una estrategia para el empleo que dinamice el sector privado “y recupere el empleo público perdido”. Y abogó por un mayor control de los contratos de concesión de servicios públicos, indicando que “en los últimos años hemos observado como se ha producido un saqueo de lo común para regalarlo a empresas”.

Raquel Preciados, portavoz del grupo municipal de Ciudadanos

“Cáceres necesita una transformación y un impulso que no llegarán en esta legislatura”

Aseguró que en el presupuesto que se aprobó ayer se ha primado “sacar ingresos para el funcionamiento del ayuntamiento y cumplir los objetivos de déficit, a eso se reduce el presupuesto”. Para Preciados, la ciudad “necesita de otras necesidades que no están en el presupuesto” y de “un impulso y transformación que no va a llegar en esta legislatura”.

Recordó que entre las razones por las que su grupo no puede apoyar los presupuestos presentados por el gobierno están que no recoge una reducción de la presión tributaria y que el ejecutivo local se ha negado a propiciar una modificación del plan general municipal de urbanismo que permitiese “el avance de la mina de Valdeflores y de sus informes”. “Creemos en la mina y seguiremos instando a que esos informes se redacten, consideramos que es beneficioso para Cáceres”, reiteró la portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en su segunda intervención en el debate de las cuentas.

Francisco Alcántara, concejal no adscrito (Cáceres Viva)

"Son unos presupuestos propios de los que se conforman con un aprobado ramplón"

“Son unos presupuestos que se basan en un acuerdo de mínimos con Podemos y con Amores, propios de aquellos que se conforman con un aprobado ramplón”, comentó el concejal no adscrito al inicio de su intervención, en la que lamentó que las cuentas “no encaran la transformación” de la ciudad y que hacen una planificación de inversión que “es insuficiente para intentar un modelo de ciudad para atraer o mantener el talento inversor”.

Alcántara, que mostró sus dudas de que se cumplan los ingresos previstos por el impuesto de Construcción, defendió que se ha tenido que recurrir a un mayor endeudamiento, dado que las condiciones económicas del ayuntamiento lo permiten, para que la inversión hubiese sido mayor, “falta estrategia y ambición, menos mal que han aparcado esa subida de impuestos que todos nos tememos que será su recurso final”.

Teófilo Amores, concejal no adscrito

“He votado a favor del presupuesto para construir y no poner palos en la rueda”

No intervino, ni en el primero ni en el segundo turno. Argumentó que ya se llevan tres meses hablando del presupuesto y que la posición de cada uno ya era conocida. Tras el pleno reiteró que vota a favor de los presupuestos “para construir y no poner palos en la rueda” y que se trata de los presupuestos “del ayuntamiento y de la ciudad, no del PSOE”. Amores se mostró desde el principio a favor de aprobar los presupuestos para evitar una nueva prórroga de las cuentas de 2018.

Ayer recordó que esperó del PP, como principal grupo de la oposición, que presentase su alternativa a las cuentas del gobierno para valorarla, pero añadió que esto no se produjo porque la posición del PP en este asunto ha sido la de “cuanto peor estén las cosas, mejor”. También cuestionó a Ciudadanos por poner unas condiciones en la negociación de los presupuestos que sabían que no se podían cumplir.