La carta que Amores remitió el miércoles a Santiago Abascal anunciando su marcha del partido no puede ser más contundente. Su desencanto es rotundo. Solo dos ejemplos: afirma que el partido ha ido hacia posicionamientos muy radicales y más allá de lo que podía considerarse razonable y que el militante queda al margen y se ponen y se quitan gestoras y se hacen y se deshacen listas sin tantear a los militantes. Pero los desencuentros no son nuevos. Antes de las elecciones del 26-M se le llegó a instar «a que no se presentara porque la sensación era que se presentaba Teófilo Amores y no Vox», señaló ayer la presidenta de la gestora en Cáceres, Magdalena Nevado, quien aseguró que no pensó que Amores llegara al punto de abandonar Vox porque se le instase a llevar la línea general del partido.

La presidenta de la gestora recordó que antes de las elecciones Amores se comprometió verbalmente a devolver el acta si abandonaba el partido. Preguntado ayer, Amores apuntó que según la jurisprudencia el acta es suya y que Nevado «puede afirmar lo que quiera porque imagino que es fácil afirmar eso». Cada uno fue respetuoso con el otro, pero por sus declaraciones dejaron claro que no hay sintonía.

Amores explicó el miércoles que él acepta el ideario del partido, pero no la interpretación que hacen algunos dirigentes de la formación. «A mí no me gusta la ley de Memoria Histórica, pero es una ley vigente que debemos aceptar, pero -desde el partido- me reprochan que como concejal de Vox diga que la ley de Memoria Histórica hay que cumplirla», detalló Amores en un ejemplo que explica lo ocurrido.

El último desencuentro fue el martes. Amores recibió un correo del Área de Intermunicipal. Para el edil con este escrito se le estaba haciendo un requerimiento sobre tres cuestiones, dos de ellas relacionadas con publicaciones, y que del mismo se deducía que se dudaba de la rectitud de su militancia, algo que le parece «inadmisible».

Fuentes del partido indicaron que lo que se le pedía en ese escrito era una aclaración y explicaciones como se hace con otros concejales dentro de la labor de coordinación del partido, por lo que indicaron que la decisión de salir de Vox ya la habría tomado con anterioridad y que el correo ha sido la excusa.

En una de esas publicaciones, Amores cuestionaba al líder regional de Vox, Juan Antonio Morales, por aceptar ser asesor con sueldo en el Ayuntamiento de Badajoz cuando había abogado en campaña por acabar con los asesores. La tercera cuestión era por su vinculación con una plataforma, Cacereños por Cáceres, «porque afiliados del partido habían mostrado su preocupación porque el entorno del concejal participa» en la misma, indicaron ayer las fuentes citadas. Amores reiteró que no había oído hablar de esa plataforma y subrayó que el contenido del correo mostraba una desconfianza hacia él, «una pérdida de confianza hacia mi persona, que es recíproca y no tiene sentido mantener este tipo de matrimonios que no conducen a ningún sitio bueno».