Abogado, conservacionista, empresario y escritor. Salvador Vaquero ha sido una de las sorpresas más agradables de los últimos años en el mundo de las letras extremeñas, con dos novelas, Aprendiz de hombre y La fuerza de las espigas , ya reeditadas por su difusión. Ahora vuelve al mercado editorial con una recopilación de relatos cortos escritos a lo largo de 20 años, La leyenda de la guadaña oxidada , que ayer presentó en la sede de la prensa como su obra más entrañable. La mayoría de los relatos, que suponen un recorrido por sus etapas imaginativas, creativas y personales, han sido premiados.

--Han pasado tres años desde su estreno como novelista, ¿ha asimilado ya su nueva faceta y su buena aceptación?

--Sigo sorprendido, no asimilo nada. Este mundo es muy difícil y hay que pelear todos los días. Si no cuentas con una gran editorial que te promocione, tienes que hacer casi de todo, por eso lo considero un hobbit, no es más que una forma de realización personal.

--Asegura que ahora, en este trabajo, vive de las rentas...

--Bueno, es así como me gusta presentarlo, con un poco de humor, y no miento. Englobo relatos que escribí con 17 años y otros de hace meses, por tanto recojo lo que he hecho durante toda mi vida. Recuerdo por ejemplo que siendo muy joven leí a mi madre uno de ellos, La verdad prohibida , sobre Jesucristo. Me dijo: "Muy bien hijo, pero esto de puertas para dentro, nada de airearlo, ¿eh?" . Por eso me hace especial ilusión, más que las novelas, que son una faceta relativamente reciente. En otros relatos abordo la obsesión por la superación personal, la lucha contra los fantasmas de la infancia, el drama de la inmigración, el abuso sexual...

--No parecen interesarle los beneficios: de nuevo los donará a la reforestación de los bosques extremeños. Siempre acaba saliendo su ´vena´ ecologista...

--Antes me dedicaba más a estos temas, pero hay otras obligaciones, ya se sabe... De todos modos no me importan los rendimientos económicos, que tampoco son muchos con las tiradas que generalmente se lanzan, no nos engañemos. No tengo más pretensiones que llegar a la gente.

--En cualquier caso debe ser difícil suplir la falta de importantes editoriales en la región.

--Claro, resulta muy complicado obtener beneficios, a la mayoría de los autores más bien les cuesta dinero. De hecho, no hay ningún escritor profesional puro, aunque existe gente buena que podría destacar con una editorial potente detrás. Somos muchos, y además el márketing apoya más al torero, a la hija de la tonadillera o al tipo de Gran Hermano que escribe un libro.

--De hecho para este trabajo vuelve a tener ayuda pública.

--Sí, de la Dirección General de Promoción Cultural de la Junta. Sacamos 2.000 ejemplares que ya están en las librerías.

--¿Quién le gustaría que leyese su libro en las vacaciones navideñas? ¿Alguien especial?

--Todos los que quieran acercarse a la literatura, a los relatos cortos, porque pueden agradarles, sorprenderles. Ya me ha ocurrido con mucha gente que me conocía por otras facetas distintas. Es el premio a tantísimo esfuerzo, no hay otro.

--¿Cuál es la gran novela que le ronda y le gustaría escribir?

--Mi sueño era publicar un libro, y ya llevo llevo tres. No me pongo más metas, la ambición es el principio de la frustración. Además, un libro requiere muchas horas en la vida, y yo, como muchos, trabajo...