Como ciudadana de Cáceres quiero expresar mi malestar por las declaraciones que los representantes políticos de este ayuntamiento (edil de obras y concejal de fomento y fondos estratégicos), están realizando en la prensa regional, en torno a las obras que se llevarán a cabo en el Puente de San Francisco con la intención de destruirlo.

Las declaraciones de tales ediles alegando que: "defender la permanencia de un muro es de juzgado de guardia" o "decir que se tira el puente es una mentira", las siento como un intento de ridiculizar a los vecinos que queremos la integridad del puente actual. Suponen además un menosprecio a la libertad de expresión, y consiguen manipular a los ciudadanos.

Quisiera aclarar primero lo que se entiende por puente, no sólo sus dos ojos, sino todo en su conjunto. Remitiéndonos al diccionario de la lengua "construcción colocada sobre un río, un foso o un desnivel para poder pasarlos"; es decir mucho más que sus dos ojos. Porque lo otro sería como decir que la cara de una persona ya es todo el cuerpo.

Entre los que nos manifestamos contra lo que han previsto hacer, estamos ciudadanos de cualquier ideología, gente del barrio que aprecia y quiere el puente, otros ciudadanos sensibles con el tema, mayores y niños, y no nos une más interés que el puente en su integridad.

Con respeto a los que puedan pensar de otra forma, defendemos que el puente permanezca como tal de forma íntegra, porque el puente es "más que sus dos ojos". Supone, a pesar de que no tenga como constantemente se insiste "ningún valor histórico o artístico", el respetar una obra integrada aceptablemente en un entorno que aún puede ser manifiestamente mejorable para hacerse digno de ser una de las entradas al casco histórico de una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Nada menos que la entrada por la Vía de la Plata, camino de peregrinos, camino de congresistas que acuden del San Francisco a la parte antigua, entrada de turistas, camino de los que viven en la zona y aprecian y quieren este marco.

Se alega que creando una rotonda con bastantes viales se tendrá un tráfico más fluido y que en medio de la misma quedaría según ellos "el puente", lo que en realidad significa para nosotros: un resto del cadáver del puente, sus dos ojos. Inmersos en ese gran nudo circulatorio, dudaremos si estamos entrando en el extrarradio de cualquier ciudad o a la parte antigua de una ciudad monumental, que es Patrimonio de la Humanidad.

Todos los que vivimos en la zona sabemos que el problema no está sólo en el puente, sino que se traslada y trasladará aún más con el tiempo a calles como Camino Llano y Mira al Río, calle esta última que se ensanchará permitiendo alguna mejora. Pero a larga, tampoco se solucionarán estos problemas, pues necesitan un estudio de alternativas tales como la posible creación de un túnel en la montaña que permitiera dar salida hacia la carretera de Trujillo, y que sí sería una manera de descongestionar una zona que por sus características no da para más.

Los ciudadanos con nuestra protesta, queremos dejar claro, que estamos en contra de la destrucción del puente y del cambio brutal que se pretende hacer en este entorno. No queremos que dejen un resto patético de lo que fue el puente, porque la historia es otra. Dudamos además de la funcionalidad y las repercusiones de la rotonda en dicho lugar cuando al ser una de las zonas más bajas de Cáceres se inunda con facilidad.

Cáceres tiene una apuesta por ser capital cultural. Para tal mérito, es fundamental ser sensibles a señas de identidad importantes para los ciudadanos como lo es su puente, por lo que apelamos a la cordura de nuestros políticos, esperando que consideren otras opciones definitivas que verdaderamente solucionen el problema, y que por un fin tan importante puedan unirse para ello, porque defendemos un puente que significa mucho más.

*Vecina de San Francisco y profesora de la Universidad de Extremadura.