Como concejala de Extremadura Unida en el Ayuntamiento de Cáceres no puedo menos que mostrar mi extrañeza e indignación ante la manipulación de la fiesta y desfile tradicional de nuestro patrón San Jorge, con la complicidad de la alcaldesa por motivos ideológicos. Esa tradición es del pueblo y nadie debe cambiarla a su capricho.

Nos parece muy bien que se declare pacifista el señor Kiko León --organizador del desfile de San Jorge--, y antiviolencia y todo lo que quiera, pero que ejerza sus "creencias" ideológicas en un partido, en una asociación, en una ONG o donde quiera, pero no desvirtuando el desfile y la lucha de moros y cristianos porque él "no quiera vencedores ni vencidos", "ni llenar la plaza Mayor con la sangre de moros muertos con la imagen del matamoros". Ni las tradiciones ni la historia deben quedar en manos de ideólogos como éstos, pues ofenden gravemente a los cacereños que desean mantener sus tradiciones como son. Si siguiéramos su lógica, las procesiones de Semana Santa deberían aparecer sin el crucificado, sin ningún paso que recuerde la muerte y pasión de Cristo, el gran perdedor, ni se podrá escribir, ni hacer películas de guerras pasadas, ni nada que pudiera recordar la violencia y sólo pudiéramos hablar de la Alianza de las Civilizaciones y de lo políticamente correcto. Entonces, ¿eliminamos a Pizarro, a Cortés, a los conquistadores o suprimimos los fusilamientos del 2 de Mayo de Goya?. ¿A dónde nos quieren llevar con estas ideas?.

Resulta ridículo y una mofa de la tradición un desfile de San Jorge descafeinado, ideologizado, soso y amorfo. Señor Kiko dedique sus capacidades a otra cosa, pero no nos tome el pelo con estas patochadas a los cacereños. Esto no es una tabla de gimnasia ni un invento de carnaval. Queremos que se mantengan las tradiciones y que ningún iluminado pueda cambiarlas por muy listo o ideólogo que sea.

El mantener la tradición no supone culto ninguno a la guerra, ni negar otras culturas, pero, ¿qué pasa?, ¿vamos a tener que irnos de casa para que lleguen otras culturas en 2016?, ¿vamos a tener que escondemos y negar lo nuestro, porque no se vayan a molestar los moros perdedores? El respeto a otras culturas no puede llevar al desprecio de la nuestra, señora alcaldesa. Extremadura Unida defenderá siempre nuestras tradiciones que no queremos cambiar por otras, aunque sean las predilectas de algunos. ¿Por qué no llevan esas ideas a los países en que ser cristiano, tener una biblia o manifestar sus creencias conlleva en el siglo XXI peligro de muerte?

Aquí se trata de una simple representación, sin sangre en la plaza, señor Kiko, pero hay plazas en las que cada viernes hay sangre, hay ejecuciones. ¿Por qué no luchan contra esa sangre real?. Esa sangre es la que hay que evitar, lo mismo que el hecho de que se impida la igualdad de las mujeres o se mate a los homosexuales. Aquí no hay sangre. Que se respeten los derechos humanos en todos los países. Los derechos de las mujeres a poder estudiar, a ser consideradas como personas libres en igualdad con los hombres, el derecho de los homosexuales a ser tratados con respeto y a que no se les pueda encarcelar o matar. Venir a predicarnos aquí los derechos humanos y falsificar nuestras tradiciones para complacer a los que no los respetan, nos parece una farsa intolerable y una actitud de pánfilos entreguistas.

No se trata de resolver conflictos con las armas, sino de mantener una tradición del pueblo que no debe adulterar a "su gusto", ni del ayuntamiento, ni de la alcaldesa, ni de los guionistas. Dejen las tradiciones que sigan siendo tradiciones e inventen otras cosas, pero dejen en paz nuestras tradiciones, aunque no les gusten. A lo mejor a algunos también les molestaría la bajada de la Virgen de la Montaña. ¿La suprimimos también? Los cacereños nativos queremos mantener nuestras tradiciones, señora alcaldesa.

El desfile fue soso, pueblerino e irrespetuoso con nuestras tradiciones, por lo que no puedo menos que reprochar a la alcaldesa que lo apruebe y a sus realizadores la falta de respeto al pueblo cacereño.

Guadalupe Díaz Martín es concejala del PP-EU.