La de anoche fue una gala tan brillante como ediciones anteriores y con flashes de emoción, pero en esta ocasión fue especialmente una gala divertida y eso le resto sobriedad por momentos. En todo caso, la clausura del XV Festival Solidario de Cine Español de Cáceres, en el Gran Teatro, volvió a situar a Cáceres en un lugar preferente del escaparate cinematográfico nacional, con un espectáculo en el que repitieron Rosa María Sardá y José Coronado; y en el que no faltaron las referencias a la capitalidad. Eva Hache, maestra de ceremonias perejil en mano, afirmó que Cáceres lo merecía, entre otras cosas "por su arquitectura y la temperatura de su gente", pero la segoviana, que es madrina de la candidatura de su ciudad, propuso un hermanamiento entre ambas.

Fue uno de los gags de una noche en la que no faltaron las referencias a la campaña electoral. A "la niña de Rajoy", se refirieron la propia Hache, Rosa María Sardá y Ray Loriga, que recogió el premio como mejor director por la película Teresa: el cuerpo de cristo . Agradeció que para el rodaje en Cáceres encontró "no sólo buenas calles, sino también buena gente", y se extrañó de que no le dieran "el premio sor Citröen". Uno de los momentos más entrañables lo protagonizó el homenajeado, José Luis Borau, quien recibió una ovación que solo se detuvo cuando él lo pidió. Tras recoger el premio de manos de la presidenta de la Academia de Cine, Angeles González-Sinde, dijo : "Gracias, que es muchas gracias a esta ciudad y a este festival".

La emoción la pusieron las actrices premiadas. Elvira Mínguez, galardonada por Pudor , destacó el fin solidario del festival que "le engrandece más"; Verónica Sánchez, reconocida por su interpretación en Las 13 rosas dijo sentirse emocionada por haber recibido el premio con una película en la que pudo contar "esa historia tan terrible". También el homenaje para el crítico Antonio Gasset, por su apoyo al festival y un San Pancracio honorífico fuera de cartel para la representante de actores, Majo Martínez.

Los extremeños protagonizaron algunos de los momentos más cómicos. Fue el caso de Juan Margallo. Tuvo que reclamar el premio a la actriz Petra Martínez, (su mujer) porque esta se olvidó de entregárselo, y después recordó en un discurso varios episodios de su vida. Por su parte el director del Festival Inédito de Mérida, Angel Britz, aprovechó para pedir a la Consejera de Cultura, Leonor Flores (entre el público) "más fondos para el festival".