Desde lo alto del cerro Valdío del Calerizo, como un vigía que resiste el paso del tiempo, la antigua mina de San Salvador domina la barriada de Aldea Moret y la parte sureste de Cáceres desde hace 130 años. Al contemplar su peculiar torre almenada, inspirada en el estilo victoriano inglés del XIX, es fácil remontarse al pasado e imaginar a los mineros en la boca negra del pozo a punto de bajar, solo iluminados por sus lámparas de carburo.

Denominado popularmente El Torreón , la concesión de este yacimiento de fosfatos data de abril de 1877. Es una de las pocas minas, si no la única de Extremadura, donde pueden observarse las viviendas de los trabajadores incluidas en el mismo recinto del pozo (desde 1866), con un patio común que se cerraba por la noche. "Estos cuarteles , como así se conocen, son frecuentes en el norte de España, escasos en el centro y sur, y casi desconocidos en nuestra comunidad", explican los historiadores Francisco García Moya, Fernando Jiménez Berrocal y Juan C. Martín Borreguero en el libro La vida minera en Aldea Moret , el estudio más exhaustivo de la zona y su actividad. "Aún quedan en el barrio algunos hijos de mineros que pasaron en aquellas casas su niñez", recuerda Francisco López Naharro, presidente del poblado minero y experto en el yacimiento.

San Salvador protagonizó uno de los episodios más aciagos de la mina, cuando en los 70 un joven murió al caer al pozo. Pese a ello, el recinto es muy significativo para el barrio, que lo divisa día tras día. Su diseño inglés, con ladrillo, mampostería, almenas y ventanas de medio punto, lo hace singular, posiblemente por influencia de Segismundo Moret, que fue embajador en Londres.

"Nos gustaría que se reformasen todos los pozos, o al menos que tuvieran protección. Ojalá pueda visitarse algún tramo de galería, pero será difícil, el agua anega todo", explica Naharro.