La comisión informativa de Comercio y Desarrollo Local aprobó ayer por unanimidad la nueva ordenanza que regula la venta ambulante en la ciudad y que supondrá un importante endurecimiento de las sanciones para los vendedores ilegales, según informó el presidente de la comisión, Javier Castellano.

En base a dicha ordenanza, el ayuntamiento podrá imponer multas de entre 90 y 600 euros a las personas que utilicen la vía pública para vender cualquier tipo de producto sin la autorización municipal correspondiente. Desde varios sectores se había solicitado un mayor control y persecución de esta práctica, al considerarse una competencia desleal para el comercio.

Esta normativa viene a actualizar la ya existente en esta materia desde 1996 y su objetivo fundamental es incorporar las nuevas formas de comercio callejero que han surgido en la ciudad. Es el caso de las citas anuales del mercado medieval, el reciente mercadillo de artesanía navideño de la plaza Mayor, la feria del libro o el mercado de los jueves en la Ronda del Carmen.

Asimismo, quedan recogidos en esta ordenanza el mercado franco, los mercadillos semanales de Aldea Moret, Valdesalor, Rincón de Ballesteros, de Estación Arroyo-Malpartida, el de Semana Santa, el de la feria de San Fernando y el de sellos y otros objetos de colección que se celebra habitualmente los domingos en la plaza Mayor.

Javier Castellano explicó que el crecimiento de la ciudad ha conducido al desarrollo de nuevas actividades económicas que "necesitaban una regulación y su reflejo en la ordenanza municipal", de ahí la importancia de esta renovación.

Por otro lado, la comisión celebró una sesión extraordinaria en la que el grupo socialista solicitó un informe de intervención sobre el convenio para la realización de la conexión entre Río Tinto y Aldea Moret. El PP informó que aún no hay nada decidido sobre este asunto.