«Os quiero, admiro y respeto desde ese día». Es el agradecimiento que ha dejado una madre de Málaga en las redes sociales a los profesionales de la sanidad cacereña que tuvieron que atender a su hija de urgencias a principios de agosto, en pleno domingo de verano y en plenas vacaciones familiares. Muchas veces no se valora lo que se tiene y hace falta que alguien externo lo destaque para que obtenga su reconocimiento. Así ha ocurrido con esta familia, que califica de «diez» tanto la atención sanitaria como el trato recibido. Su hilo en Twitter se ha hecho viral y ha sido incluso reproducido en revistas del sector sanitario.

Ocurrió el 4 de agosto. Los padres y sus dos hijas, con domicilio en Málaga, habían decidido pasar las vacaciones recorriendo distintas ciudades del interior peninsular. El primer destino en su ruta era Cáceres. «Llegamos primero al Museo Vostell y allí nos dimos cuenta de que mi hija Martina, de 13 años, tenía bastante fiebre. Nos preocupamos bastante porque solo se quejaba de dolor de cabeza. Buscamos unas urgencias pediátricas, llamamos por teléfono y en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres nos dijeron que nos atenderían en cuanto llegásemos», explica Puri Ruiz, madre de Martina, en declaraciones a este diario.

La joven tenía 39,4 grados de fiebre y se encontraba bastante débil. Había dos niños en la sala de espera y la asistencia fue rápida, en unos 30 minutos desde que registraron la entrada. Les atendió un Médico Interno Residente (MIR), Pablo, en su cuarto año de residencia en la especialidad de Medicina de Familia. «Fue encantador. Le hizo un reconocimiento exhaustivo, numerosas pruebas, incluso neurológicas. Quería descartar enfermedades graves», subraya la madre. «Estuvo con ella cerca de una hora. Para quedarnos más tranquilos, le dijo: ‘vamos a hacerte un análisis de sangre. Como queremos bajar esa fiebre, vamos a ponerte una vía’», relata también a través de Twitter.

A continuación llegó «una enfermera encantadora que la atendió exquisitamente. No le hizo daño y todas sus palabras fueron tranquilizadoras. Una profesional de diez», destaca Puri, que evalúa con esta nota la atención recibida.

Finalmente, «tras cinco horas, dos análisis y dos ‘chutes’ de analgésico intravenoso (paracetamol y metamizol), nos fuimos al hotel con un diagnóstico: infección vírica. No fue gran cosa. Pero nos atendieron como si lo fuera», resume la madre, que deja un mensaje para el facultativo: «Has sido amor puro por mi hija, por cuidarla, por calmarla». De hecho, Martina y su familia pudieron disfrutar de dos días en Cáceres redescubriendo su patrimonio, porque ya conocen buena parte de Extremadura, de la que se confiesan admiradores.

Puri no escatima en palabras de agradecimiento: «Más allá de lo obvio (qué maravilla de sanidad pública tenemos, somos unos privilegiados), quiero dar las gracias al equipo de profesionales que atendió a mi hija en el servicio de urgencia pediátrica del hospital de Cáceres».

La familia destaca además este reconocimiento a la sanidad cacereña, «porque parece que Andalucía y Extremadura son las olvidadas, pero tenemos mucho bueno y hay que valorar las cosas cuando se hacen de forma tan profesional y humana».