"La apertura del hospital por fases es ya ineludible y necesaria", decía el pasado 2 de julio a este diario Ceciliano Franco, director Gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES). Y no sólo eso. Parece ser la tónica dominante de las infraestructuras sanitarias, independientemente de la administración que las lleve a cabo, y con la excepción de la Junta de Castilla-La Mancha, que está ejecutando una obra faraónica para construir en Toledo un nuevo hospital, con una 364.000 metros cuadrados construidos y un presupuesto de 300 millones de euros. Y en una fase, de cinco años. Al contrario que este, otros hospitales como el Marqués de Valdecilla, en Santander, el nuevo Hospital Universitario de Asturias (UCA), en Oviedo, el Clínico de Salamanca o el Santa Bárbara de Soria, se han acogido, por necesidad o voluntad, a la fórmula de los plazos .

El caso de Cáceres es el más complejo, porque a pesar de ser un hospital de nueva construcción, se acomete y abre por fases. La primera, previsiblemente en 2011; la segunda (que une las que en el plan director aparecían como segunda y tercera), está aún sin licitar. El SES sostiene que la envergadura de la inversión (100 millones) y la complejidad del proyecto, aconsejan hacerlo así. Pero el pasado mes de julio la plataforma ciudadana pro hospital planteó dudas a esta forma de acometer el proyecto, por los problemas que puede plantear a los usuarios.

Marqués de Valdecilla

El caso más próximo al de Cáceres (por las condiciones del mismo) es el del Hospital de Marques de Valdecilla, aún en ejecución, que se acomete en tres fases, de la que la primera se inauguró en mayo de 2003 (quirúrgico y hospitalización), la segunda se licitó en julio de 2004 (consultas externas y los hospitales de día) y la tercera (medicina general) se debía haber iniciado entre 2005 y 2006, pero aún no ha comenzado. Ahora se prevé que esté lista en el año 2012, una década después de que se iniciaran su construcción.

Por fases se acomete también el nuevo Hospital Universitario de Oviedo (HUCA). Estaba previsto que el complejo se habilitara en dos etapas: por un lado la construcción de las instalaciones y en una segunda fase la construcción de los accesos. Pero esta segunda se ha visto afectada por los recortes de la crisis y aún no está definida una parte (la conexión con las autovías), aunque sí se están construyendo dos ramales para unirlo a la ciudad. La obra se inició en 2005, con 2010 como fecha prevista para acabar. Aún está en ejecución y se prevé concluir en 2011, para llevar a cabo el equipamiento ese año y terminar el traslado completo en 2012, según la web del hospital.

En Castilla y León, los proyectos por fases se están llevando a cabo, entre otros, en la reforma y ampliación del Clínico de Salamanca y el Santa Bárbara de Soria. En Salamanca (con un presupuesto de 197 millones) el proyecto prevé dotar al complejo, en dos fases, de un aparcamiento subterráneo y un edificio de nuevos servicios, como cocinas; mientras que en le caso de Soria, la mejora, también en dos fases reformará y ampliará los usos de un hospital con más de 25 años. La primera de ellas está previsto que acabe este mismo año, para que de forma inmediata se inicie la segunda, con una aportación global de más de 67 millones.

Y en las antípodas de todo esto, Toledo aborda una obra faraónica en una única fase. Su nuevo complejo hospitalario estará integrado por diez edificios diseñados por los arquitectos Alvaro Siza y Antonio y Emilio Sánchez-Horneros y enlazadas a través de un sistema de viales subterráneos. Se inició en 2007. La fecha prevista para que todo esto funcione es 2012.