Sanidad estudia si abrir expediente a los Médicos Internos Residentes (MIR) porque su denuncia referente a que atienden consultas en Urgencias sin la suficiente supervisión podría haber creado «una alarma social injustificada». Los residentes anunciaron el martes una huelga indefinida desde el 18 de noviembre para exigir que en las guardias que llevan a cabo en los servicios de Urgencias siempre haya un adjunto que revise sus diagnósticos. Recuerdan que ellos son personal en formación por lo que creen necesaria esa supervisión, que muchas veces no se lleva a cabo debido a la carga de trabajo que soportan los facultativos.

Los MIR publicaron ayer otro comunicado dirigido a los cacereños en el que explican que «en muchos casos (y agravándose desde la apertura del nuevo hospital) prestamos asistencia con una experiencia escasa y una supervisión insuficiente», lo que conlleva -añaden- «un aumento en los tiempos de espera, uso de pruebas complementarias innecesarias, con lo que ello conlleva a nivel económico y de efectos sobre la salud, y errores en tratamientos y diagnósticos».

Aseguran que la situación se agrava en las Urgencias de Pediatría donde, según los residentes, de lunes a viernes desde las 15.30 horas y los fines de semana todo el día, no hay ningún médico adjunto y es un residente el que atiende las dos consultas, muchas veces sin la suficiente experiencia. En este sentido el consejero de Sanidad, José María Vergeles, afirmó ayer que sí «hay pediatra de guardia y neonatólogo de guardia». Los MIR dicen, por contra, que este facultativo está en planta y no en Urgencias.

SOBRECARGA ASISTENCIAL / Los médicos tutores les respaldan y recuerdan que el problema se arrastra desde el último año. «La sobrecarga asistencial dificulta la necesaria y obligada supervisión y docencia de los residentes en estos servicios por lo que, a pesar de que sus profesionales son de una gran valía profesional y docente, no tienen los recursos humanos necesarios para llevar a cabo esta necesaria tutorización», aseguran en un comunicado. El colegio de médicos y el Sindicato Médico Extremeño también les apoyan.

El titular de Sanidad recordó ayer que los residentes son trabajadores de la Junta y advierte que pondrá sus declaraciones en manos de los servicios jurídicos por si pueden requerir algún tipo de actuación disciplinaria, al generar una «posible alarma social que no se ajusta a la realidad».

Vergeles explicó que la comisión de docencia les ha enviado una circular «planteándoles soluciones a casi todas las reclamaciones que ellos hacen». Por esta razón se mostró «sorprendido» ante la convocatoria de una huelga, que definió como «rara» porque solo afecta a las guardias del servicio de Urgencias y no a las demás especialidades en las que los MIR también reciben formación. Les pidió que «reconsideren su postura» porque «es necesario para la atención a la ciudadanía, para su formación, pero sobre todo para la atención sanitaria que ellos van a prestar en el futuro». Y avanzó que volverá a reunirse con ellos para explicarles, de nuevo, que se trata «de un problema organizativo que estamos solucionando, como en todos los hospitales que se abren del país».

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, por su parte, afirmó que entiende la preocupación de los MIR y anunció una reunión «para hablar y mejorar las cosas». Y Unidas Podemos exigió la comparecencia de Vergeles para explicar las «carencias e irregularidades» del colectivo.