Con el cuerpo casi desnudo, los ojos bien abiertos y la barba bien arreglada, el actor Santi Senso parece imitar a un cristo moderno. Unas veces, tumbado; otras, mirando hacia la calle San Antón, como el modelo animado que ayer sirvió al pintor Angel Sotomayor de inspiración para la obra Santo varón .

A los ojos de los ciudadanos que iban y venían, el centro artístico de la diputación se convirtió en el escaparate perfecto para la realización de la pieza religiosa en tiempos de Semana Santa. Con la provocación medida, Senso se atrevió, en paños menores, a mostrar a los peatones las hojas de libros antiguos que a Sotomayor le sirvieron para realizar el collage del que nació la obra que quiere donar al obispado.

Al intérprete extremeño, aficionado hace tiempo al "teatro íntimo" --como le gusta denominarlo--, donde haga falta, da igual que sea en una habitación o en una plaza, la experiencia fue algo más que un espectáculo, "improvisación pura y un acto de generosidad", dijo, con todos los que compartían la escena desde fuera o dentro de la sala. Hoy repetirán en el mismo escenario.

Concebido como una especie de clase práctica en la que se mezclaron principalmente la interpretación y la pintura en directo, a Senso y Sotomayor les une, además de la amistad, esa conexión invisible que a veces tienen los artistas sin pronunciarla. "Angel de la guarda no me dejes ni de noche ni de día", repetía el actor mientras el lienzo en blanco se iba llenando de motivos para la creación artística. "Quiero captar la devoción, ir más allá del objeto para llegar al alma", decía poco antes de empezar el pintor. "El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Hay que partir del hombre para volver a Dios", sostuvo Sotomayor al dar una explicación sobre cómo iba a transmitir su idea de "espiritualidad" con Santi Senso como su prototipo.

La escena no pasó desapercibida, aunque el pintor huyó de cualquier calificativo que pudiera calificar su obra como trasgresora porque, apuntó, "eso no está en lo que se hace sino en los ojos del espectador". Al acto acudió Laureano León, presidente de la diputación, que agradeció la iniciativa a sus autores que, dijo, "pretende dar contenido y actividad" a la sala El Brocense. Ayer, a buen seguro, que Senso y Sotomayor lo lograron sorprendiendo a más de un peatón con una muestra de originalidad.