Acaba de ser elegido presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales, cargo ya refrendado por el obispo y que afronta "con ilusión y con ganas de trabajar". Su vida ha estado unida desde la infancia a la Semana Santa, la primera vez que desfiló en una procesión tenía cinco años y desde entonces no ha fallado nunca. De abuelos y padres cofrades quiere, en los próximos cinco años (tiempo de su mandato), lograr que la ciudad viva por y para la Semana Santa durante su celebración e implicar a todos los empresarios.

--¿Cómo surge esta aventura de presentarse a presidir la Unión de Cofradías Penitenciales?

--Porque este año terminaba mi mayordomía en el Nazareno y, como en la Unión se iban a convocar elecciones --la junta directiva llevaba ya un año prorrogada--, me apetecía mucho presentarme, sobre todo por aportar los conocimientos y la experiencia que tengo de la Semana Santa.

--Ha estado 21 años en la directiva del Nazareno, pero su relación con la Semana Santa le viene desde la cuna...

--Mis abuelos tenían una casa grande en la calle Caleros y vivíamos todos allí: Mis abuelos, mis padres, mis tíos y los siete primos, todos varones. Mi abuelo era el mayordomo del Nazareno --anteriormente también lo había sido de la Virgen de la Montaña-- y por eso en mi casa se vivía por y para el Nazareno. La primera vez que salí en la procesión de la Madrugada con mi abuelo tenía cinco años y desde entonces no he faltado nunca. He llevado faroles, estandartes y he cargado con todos los pasos menos con el Nazareno, que espero cargarlo el próximo año. Después, cuando murió mi abuelo, mi tío Germán se hizo cargo de la mayordomía y luego lo cogió César García, con quien entré como secretario.

--Pero su relación con las procesiones no solo se queda en el Nazareno...

--No, también estoy muy vinculado a la Cofradía de la Virgen de la Montaña. Mi abuelo fue unos años mayordomo, en la época de la Guerra Civil, y mi padre ha llevado siempre la jefatura del primer turno, de la que yo me hago cargo desde que mi padre falleció. Además también mi familia, se ha ocupado siempre del culto, del mantenimiento y de las obras de caridad de San Antonio del Barrio; primero mi tío abuelo y después mis padres. Al morir ellos, mi mujer y yo llevamos la responsabilidad de esta ermita.

--¿Ahora estarán en plenos preparativos de San Antonio? (La procesión es en junio)?

--Este año vamos a tener la suerte de contar con un folleto turístico sobre esta procesión. Es impresionante ver la plaza de San Mateo llena cuando llega el santo.

--¿Qué se plantea como presidente de la Unión de Cofradías?

--En primer lugar colaborar en lo que se pueda con la diócesis, contribuyendo a las obras de caridad y coordinándonos con otras diócesis. De hecho el día 28 de mayo habrá un encuentro con otras uniones de cofradías de Extremadura. También mantener una importante relación con las instituciones. El ayuntamiento colabora con la edición de la guía y otros asuntos. Vamos a intentar que la diputación y la Junta nos ayuden en la rehabilitación de imágenes o en la compra de patrimonio.

--También se plantea pedir colaboración a los empresarios...

--La Semana Santa es una fiesta de Interés Turístico; es la semana que más turistas tiene la ciudad y eso repercute en su economía. Pretendemos hacer un estudio del impacto socioeconómico de la Semana Santa en la ciudad, lo hará el economista Francisco Pizarro. Después se hará un gran plan de actuación.

--¿Con qué objetivo?

--Para solicitar colaboración a las asociaciones de empresarios de hostelería y a los hoteles y restaurantes de la ciudad. La Asociación de Reposteros de Extremadura, que preside César Ráez, ya nos ha dicho que se pone a nuestra disposición. Los empresarios son conscientes de que, si la Semana Santa tiene una mayor proyección internacional, eso va a repercutir en el tema económico.

--¿Qué otras cosas se plantea?

--Una mayor colaboración con todas las cofradías para tener una coordinación entre todos; además de ir un poco más allá en la divulgación, queremos presentar la Semana Santa en una ciudad internacional, como en Italia. También crear comisiones de trabajo para que todos los temas sean consensuados; ya tenemos una comisión de economía que se encarga de repartir la subvención que da el ayuntamiento.

--Centra su atención también en los jóvenes y en las mujeres...

--Si la Semana Santa ha crecido en los últimos años es porque se ha incorporado a gente joven y a las mujeres en los cargos de gobierno. Además queremos hacer hincapié en las redes sociales. Crear una página web y tener visibilidad en internet porque, el que no está en las redes, no es nadie.

--¿Qué le gustaría cambiar durante estos cinco años?

--Me gustaría que Cáceres viviera más la Semana Santa. Hacer rutas de la tapa, que los restaurantes tuvieran menús de cuaresma, que en las pastelerías se hicieran las típicas torrijas,... Que la ciudad viviera esos días por y para la Semana Santa. Es una fiesta de Interés Turístico y, si queremos conseguir que la gente viva la fe en la calle, se tiene que implicar el tejido empresarial. La diócesis tiene que hacer también un esfuerzo para abrir las iglesias todo el día, tienen que abrir los museos y se tienen que engalanar las calles. Mucha gente pide que se instale una carrera oficial, no sé si eso es posible pero sí sería importante facilitar al turismo unas gradas para sentarse, aunque tuviera que pagar algo.

--Hay sectores que se quejan por las subvenciones que recibe la Semana Santa, ¿qué le parece?

--Somos 16 cofradías y la subvención es de 30.000 euros. Eso es una pequeña parte del dinero que aportan las hermandades anualmente y lo invertimos en ornato. El resto de lo que ponen las cofradías va para obras de caridad.

--La Semana Santa es de Interés Turístico Internacional, ¿adónde más puede llegar?

--Se ha tocado lo más alto, ahora falta conseguir que sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, pero esto afecta a todas las semanas santas de España.