Atrevido e inquieto, el artista cacereño Angel Alvarez de Sotomayor vuelve a hacer una demostración de su particular forma de concebir el retrato en el pub Cañadul (Doctor Fleming, 11). Con un total de 15 obras de reciente creación, el pintor propone, con el sugerente título de En el circo, yo soy la luz del mundo , "una mezcla de la iconografía circense y la de los primeros mártires".

La muestra de Alvarez de Sotomayor ha pasado ya por Sevilla donde formó parte, junto a otros autores, de la colectiva Visionarios en el centro de exposiciones Santa Inés, ubicado en un convento. El autor matiza que quiere volcar su opinión sobre la santidad, "pero con un punto de vista circense, donde están exagerados los valores estéticos del colorete o los labios voluptuosos".

El interés del pintor nacido en Hoyos por el arte bizantino y sus iconos vuelve a quedar patente como él mismo reconoce. "La diferencia entre lo que hice en Sevilla y ahora en Cáceres es que allí los cuadros estaban en un altar".

A pesar de lo novedoso del planteamiento, Alvarez de Sotomayor asegura que la exposición supone una continuidad en su obra, dentro de su obsesión "por la iconografía religiosa, el arte bizantino y el hieratismo del arte sacro".