El santuario de la Virgen de la Montaña necesita una reforma integral. Así lo reconoció ayer a este diario el mayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano, que se basa en los resultados de un informe realizado por técnicos de las fundaciones Valhondo y San Lázaro. La actuación principal será el arreglo de las humedades que se concentran en la cúpula y en las paredes y que han deteriorado los frescos y pinturas del santuario. Después se reformará el camarín que ya no puede visitarse debido al mal estado en el que se encuentra.

Además, el estudio pone de relieve la necesidad de renovar la instalación eléctrica y el saneamiento de tuberías porque han registrado fallos en los últimos años. Luego se restaurarán la cúpula y los frescos de las paredes y se limpiarán los retablos.

REFORMA EXTERIOR Pero la reforma integral contempla también el adecentamiento de la parte exterior del santuario y la mejora de la accesibilidad. Para ello, el informe contempla la renovación del pavimento con un solado más moderno y el reforzamiento de los cerramientos. En cuanto a la accesibilidad, los técnicos han estudiado llevar a cabo la ampliación de la puerta de entrada a la ermita para facilitar el acceso a las personas con movilidad reducida.

De momento la cofradía no ha querido hacer público el presupuesto de la actuación: "para todo lo que hay que hacer no es demasiado alto", recalcó el mayordomo. El proyecto ya ha sido entregado a la Junta de Extremadura y al Ayuntamiento de Cáceres porque la hermandad necesita el apoyo económico de las instituciones para llevar a cabo todas las mejoras. En cambio, ni el gobierno regional ni local han contestado aún. "Esperemos que este proyecto pueda ver la luz pronto. El santuario lo necesita y merece la pena arreglarlo porque es parte del patrimonio artístico y cultural de esta ciudad", dijo el mayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano, que aseguró que de momento el presidente de la Junta ha demostrado "un gran interés en mejorar nuestro santuario. El me dijo que merece ser tratado con el mismo mimo que con el que tratan los cacereños a su Virgen", avanzó.

El estudio iba a centrarse en la renovación del camarín, pero los técnicos alertaron de que si se arreglaba la parte superior del santuario (donde descansa la Virgen) sin resolver antes otros problemas, el camarín volvería a estropearse.

El comienzo de las obras está a la espera de la respuesta de las instituciones locales y regionales, pero la idea de la cofradía es que la ermita siga abierta durante la realización de las mismas para que los cacereños puedan seguir subiendo a visitar a su patrona.