El reciente cierre de la fábrica de cerámicas Waechtersbach se hizo ayer actualidad en el ayuntamiento, donde el alcalde de la ciudad, José María Saponi, mantuvo una reunión con su comité de empresa y un breve encuentro posterior con todos los trabajadores, concentrados en las puertas del consistorio.

Un compromiso claro transmitió Saponi, su garantía personal de que no va a permitir que se especule con el solar de Las Capellanías donde se encuentra ubicada la planta de cerámicas (Izquierda Unida lo ha valorado en 20 millones de euros). Respondía así a una petición clara que los miembros del comité le transmitieron en la reunión, "que se intente evitar que se especule con la fábrica, no vaya a ser que el empresario --en referencia a Alejandro Rodríguez Carmona-- se lleve ahora ganancias por el tema del solar, que al final es a lo que creemos todos los trabajadores que vino aquí", indicó Francisco Morcillo, presidente del comité de empresa.

El alcalde se comprometió a que ese patrimonio "no se utilice indebidamente desde el punto de vista urbanístico". Matizó que sólo se aprobaría una actuación en ese terreno "en el caso de que ello sirviera para el beneficio de los propios trabajadores, es decir, para que recuperaran sus puestos de trabajo".

El alcalde también anunció que propondrá a los grupos municipales PP, PSOE e IU que se cree una comisión de trabajo cuyo objetivo más inmediato será reunirse con los responsables de Fomento de Empleo de la Junta de Extremadura para intentar buscar una solución conjunta a esta "preocupante" situación.

Por otra parte, y ante la gran pérdida de trabajos que supone en Cáceres el cierre de Waechtersbach, Saponi indicó que quizás sea ahora el momento oportuno para seguir hablando del proyecto que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, prometió al presidente Rodríguez Ibarra referente a un gran proyecto empresarial en Cáceres. "Podría estudiarse qué posibilidades hay de que estos trabajadores pudieran formar parte de la futura plantilla de este importante proyecto, solucionándose la grave situación en la que quedan estas 90 familias".

Los trabajadores de Waechtersbach se mostraron esperanzados, aunque no dejaron de mostrar sus recelos indicando: "Esperemos que su compromiso no se quede sólo en palabras y en la oportuna foto".

Su temor se justifica en la situación que han vivido en los últimos tres años "y que ha sido pésima", indicó Morcillo, hasta llegar al cierre. Y respecto a los incidentes del pasado viernes, les restó importancia indicando que "lógicamente, la gente estaba crispada y allí hubo insultos y algún empujón que otro, pero no pasó nada grave".