Al no haber otra cosa la cojo a usted por esposa". Con este refrán el alcalde de Cáceres, José María Saponi, resumía su opinión sobre la opción de Portaje, finalmente elegida por el Gobierno de Zapatero, y mostraba su rechazo a la misma al considerarla, dijo, "una solución mala".

Saponi, que compareció ayer ante la prensa, insistió una vez más en que Almonte era la mejor alternativa al nuevo abastecimiento de agua a la ciudad. Recordó, como ha hecho en numerosas ocasiones, que el Ejecutivo de Aznar ya había realizado un proyecto en esta zona y consideró que los actuales técnicos deberían haberse esforzado más en encontrar soluciones al impacto ambiental, cuestión por la que se justifica el rechazo.

En este sentido, el mandatario local insistió en que "alguna solución puede y debe tener el impacto" y consideró necesario saber compatibilizar la protección del medio ambiente "con el derecho al servicio de un bien tan necesario como es el agua".

Saponi dio tres razones básicas para posicionarse en contra de Portaje: su lejanía (está a 65 kilómetros de la ciudad y Almonte estaba a 12), su capacidad (tendrá 20 millones de metros cúbicos frente a los 50 que preveía el PP en el Almonte) y su coste económico, que estimó que a la larga será más elevado.

Pese a todo, el alcalde dijo que la noticia era buena. No obstante, y como Saponi es un hombre que valora los detalles institucionales, insinuó haber echado en falta alguna deferencia de la Confederación Hidrográfica del Tajo con el ayuntamiento: "Con el presidente de la CHT este alcalde ha hablado sólo una vez por teléfono y a iniciativa mía".

DEFICIENTE El dirigente comentó que con la solución planteada se resuelve el problema "deficientemente" e insistió en que su postura no se debe a una "instrumentalización política de algo tan sagrado como es el agua" sino que se formula en base a la opinión de los técnicos municipales. El alcalde volvió a hacer uso del refranero popular para decir: "Hágase el milagro aunque lo haga el diablo, pero supongo, --insistió-- que hay milagros buenos y milagros no tan buenos, y éste es menos bueno".

Finalmente recordó la necesidad que Cáceres tiene de una nueva presa y recalcó: "Deseamos que esta obra se haga ya. Nosotros contribuiremos a su realización, pero no nos podemos callar".