Juan Domingo Campos tiene 38 años y es auxiliar de enfermería, pero ya está jubilado. La esclerosis múltiple es la culpable. Los síntomas más fuertes comenzaron en 1992. "Empecé a perder fuerza en la pierna derecha -cuenta-. También a tener visión doble, falta de equilibrio, falta de coordinación al caminar". Los síntomas aparecían y desaparecían, algo propio de esta enfermedad. "Pero llega un punto en que no desaparecen y están viviendo contigo", dice Juan Domingo.

La esclerosis múltiple es una enfermedad poco conocida, incluso para los especialistas. No se sabe cuál es su origen. No tiene cura y el tratamiento es sólo paliativo. No todos los afectados sufren los mismos síntomas ni con la misma intensidad. "Yo tengo afectadas sobre todo las piernas y la médula. Camino muy mal. En la calle necesito la silla de ruedas. También me fatigo mucho. Es una de las características de la enfermedad", concluye.

Respecto a las dificultades para moverse por la ciudad, Juan Domingo se queja sobre todo de las aceras y de los vados de los pasos de peatones. Tiene un vehículo semiadaptado y se sienta en el asiento del acompañante. También usa el transporte público, "hay taxis adaptados y los autobuses están la mayoría también adaptados, aunque me he visto en situaciones de todo tipo -explica-. Desde casos en los que no funciona la rampa a otros en los que el autobús no ha podido recogerme porque había coches mal aparcados".