El presidente del barrio y el encargado de la cafetería lo tienen claro: "Esta gente sabía a lo que venía. Han reventado una reja y una puerta para entrar directamente a por la televisión de plasma, valorada en 3.000 euros, y se han marchado". En una sala próxima estaba el Nuevo Centro del Conocimiento de la Junta, con nueve ordenadores y otros equipos portátiles adquiridos hace meses, pero los ladrones ni siquiera accedieron a esa estancia. Todo ocurrió sin que nadie se percatase durante la madrugada del jueves al viernes en la sede de Castellanos, y según el presidente no dejaron una sola huella.

Fue ayer por la mañana cuando una responsable del aula tecnológica descubrió el robo al entrar. Vio la puerta de la cafetería rota, se asustó y salió del inmueble a la espera de que llegara Francisco Jiménez, que regenta este bar vecinal. Rápidamente llamaron al presidente de la barriada, Enrique Navarro, y al poco tiempo se personó la policía científica. "Es el segundo robo en dos años. Entonces se llevaron 300 euros de la cafetería y de las máquinas", recuerda Navarro.

La primera vez utilizaron el mismo sistema de acceso: arrancaron la reja del salón de actos, que linda con las pistas deportivas, y quitaron las dos hojas de la ventana corredera. "Los daños materiales son ahora menores, porque solo han reventado la puerta de la cafetería y no las de todos los despachos, pero se han llevado una tele que no tiene un año", explicó ayer el presidente.

"VINIERON ANTES A OJEAR" El responsable de la cafetería se mostraba ayer preocupado, aunque intentaba tomárselo con humor: "A la gente de la zona le gusta venir a ver los deportes, así es que compré una televisión bastante grande, moderna. Menos mal que hoy no juegan el Real Madrid y el Barcelona, porque me hubieran matado...".

Sin embargo, a Francisco Jiménez le cambia el semblante cuando revela sus sospechas: "Hace veinte días vino un hombre extranjero y me pidió una ración. Cuando salí a servírsela se había marchado, aquello me pareció muy extraño. El día antes del robo volvieron a entrar dos hombres de las mismas características, un poco raros. Les atendió mi mujer, pero les dijo que no podía ponerles nada porque se estaba haciendo un arreglo en la sede. Creo que venían a echar el ojo, lo cierto es que el ladrón fue directo a la tele", relata.

La Subdelegación del Gobierno comunicó ayer que el suceso está en plena investigación, por lo que de momento no pueden aportarse más informaciones.