Desde hace seis años, la multitienda Colón Diez, llamada así por su localización, está abierta al público cacereño. El italiano Enrico Fioretti regenta el negocio junto a su esposa.

En un espacio de 35 metros cuadrados, Fioretti trabaja con otra chica vendiendo comestibles, bebidas, golosinas o bocadillos para los colegios.

"Tenemos clientes habituales que nos compran desde que empezamos. Además, al ser una calle transitada hay mucha gente de paso", explica Fioretti, quien se siente afortunado porque "la competencia ha ido disminuyendo".

A pesar de ello, el vendedor reconoce que existen dificultades debido a los precios, que "aumentan semana a semana".

Para hacer frente a las grandes superficies, el propietario ofrece "atención esmerada, personalizada, buen precio, producto fresco del día y un amplio horario de apertura".